- Luke Denman, uno de los dos estadounidenses detenidos en Venezuela por un ataque marítimo frustrado, dijo ayer que tenía órdenes de tomar el control del aeropuerto cercano a Caracas para enviar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a Estados Unidos. “Debía asegurarme de tomar el control del aeropuerto para que pudiéramos hacer un traslado seguro de Maduro hasta el avión”, dijo el estadounidense, quien afirmó que ingresó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en 2006 y se especializó en infiltración y trabajos tácticos.
Las declaraciones de Denman fueron presentadas por Maduro durante una rueda de prensa que ofreció desde el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, junto a ministros y el alto mando militar, y en la que participaron por videoconferencia embajadores y periodistas.
El militar explicó que su parte del plan, calificado por el Gobierno venezolano como una invasión frustrada, consistía en asegurar el aeropuerto, comunicarse con las torres del aeródromo que sirve a Caracas, y “hacer entrar los aviones”. “Uno era para tomar a Maduro y llevarlo hasta Estados Unidos”, sostuvo durante este cuestionario, que contempla más de 30 preguntas, y que fue filmado y difundido en medios públicos.
Entre sus respuestas, Denman aseguró que trabajó junto a Jordan Goudreau, representante de la contratista estadounidense Silvercorp, en estos planes, al tiempo que afirmó haber entreado en Venezuela junto a otras dos personas, aunque hasta ahora solo son dos los norteamericanos detenidos: él y Airan Berry. A la pregunta de quién comandaba a Goudreau, Denman contestó: “El presidente Donald Trump”.
Maduro consideró imposible que los Gobiernos de Estados Unidos y Colombia intenten desmarcarse de estos hechos porque, dijo, numerosas pruebas los vinculan con este ataque ocurrido entre el domingo y lunes en las costas de La Guaira y Aragua.
Además, en el vídeo Denman muestra un contrato en el que, aseguró, se describe su propósito de sacar a Maduro de Venezuela. El documento estaría firmado por Goudreau, el asesor político venezolano Juan José Rendón y por el líder opositor Juan Guaidó, a quien EEUU y otros 50 países reconocen como presidente.
La respuesta del Ejecutivo venezolano para disuadir este “intento de magnicidio” ha dejado hasta ahora a ocho implicados fallecidos y al menos 19 detenidos, después de que ayer se informase de cuatro nuevas capturas.
Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, afirmó ayer que usará “todas las herramientas” a su disposición para repatriar a los dos estadounidenses detenidos en Venezuela por su supuesta implicación en los fallidos ataques marítimos contra el Gobierno.
“Si el régimen de Maduro decide retenerles, usaremos todas las herramientas a nuestra disposición para traerles de vuelta”, amenazó Pompeo. Además, cuestionó que efectivamente dos de los detenidos sean estadounidenses tal y como afirmó Maduro. “Vamos a trabajar en esto. Se trata de un tema consular, en el sentido de que siempre que un ciudadano estadounidense es detenido en algún lugar, trabajamos para repatriarle. Estamos empezando a ver el proceso y a averiguar si, de hecho, son estadounidenses y a partir de ahí veremos qué camino seguir”, dijo Pompeo.
Por otra parte, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, denunció un “ataque” al Sistema Eléctrico Nacional del país, un suceso que se dio “justamente horas después del intento frustrado de incursión terrorista contra Venezuela”.