- El Gobierno de unidad de Libia aseguró ayer que expandirá su ofensiva contra las fuerzas leales a las autoridades asentadas en el este del país después de los avances relámpago obtenidos el lunes al oeste de la capital, Trípoli.
El presidente del Alto Consejo de Estado, Jalid al Mishri, resaltó que entre los objetivos figura la toma de la ciudad de Tarhuna, ubicada al sureste de Trípoli, antes del inicio del mes de Ramadán, que arrancará el 24 de abril.
“Hay en marcha preparativos elaborados desde el lanzamiento de la Operación Tormenta de Paz”, resaltó, en referencia a la ofensiva que permitió al Gobierno de unidad tomar Surman, Dahman, Sabraza y Ajilat.
Por su parte, el primer ministro del Gobierno de unidad, Fayez Serraj, se reunió el martes con varios comandantes para analizar la situación sobre el terreno, según informó el diario The Libya Observer.
El propio Serraj dijo entonces que las fuerzas del Gobierno de unidad seguirán luchando hasta controlar todo el país. “Seguiremos luchando hasta que controlemos todo el país para permitir a los desplazados volver a casa”, señaló, antes de agregar que su Gobierno “no olvidará nunca ni perdonará a los que le apuñalaron por la espalda”.
Asimismo, advirtió a todos los países que apoyan la ofensiva del mariscal de campo Jalifa Haftar contra Trípoli de que “sus hijos volverán en ataúdes junto a sus documentos de identidad”.
Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) expresó ayer su alarma por el “continuo recrudecimiento de la violencia en Libia” y señaló que los combates “han causado víctimas civiles y suponen un riesgo de nuevas oleadas de desplazamiento”.
La UNSMIL mostró su “gran preocupación” por los ataques contra civiles, la fuga de presos en una cárcel de Surman y la liberación de 401 reos “sin los procedimientos y veto adecuados”, la mutilación de cadáveres, las venganzas, los saqueos, y los incendios de instalaciones tras los avances del Gobierno de unidad al oeste de la capital.