Los rebeldes hutíes del Yemen y las fuerzas leales al Gobierno reconocido internacionalmente protagonizaron hoy nuevos enfrentamientos, que no cesan a pesar del alto el fuego declarado unilateralmente el día 8 por la coalición liderada por Arabia Saudí, que apoya al Ejecutivo.
Este domingo, tanto los hutíes como las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se acusaron mutuamente de lanzar ataques en las disputadas provincias de Al Jawf y Marib, en el norte del país, y Al Baida (centro) durante las últimas 72 horas.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, declaró hoy en un comunicado que las tropas gubernamentales han "sufrido grandes pérdidas en vidas y equipamiento" y aseguró que ha habido "decenas de muertos y heridos entre sus filas sin que hayan podido avanzar" sobre el terreno.
También en la ciudad portuaria de Al Hodeida, a orillas del mar Rojo, los bandos enfrentados intercambiaron disparos y lanzaron bombardeos en el sur de la urbe la pasada noche, informaron a Efe residentes de la localidad.
Por su parte, la televisión estatal del Gobierno reconocido internacionalmente, que emite desde Riad, anunció hoy que "el Ejército logró grandes victorias" en los frentes de batalla en la provincia de Saná, donde se encuentra la capital homónima controlada por los hutíes desde finales de 2014.
Fuentes militares citadas por la emisora acusaron a los rebeldes de "aprovecharse de la tregua anunciada por la coalición" árabe el pasado miércoles, después de que la ONU instara a las partes a cesar las hostilidades para hacer frente a un posible brote de coronavirus.
El pasado 8 de abril, la coalición militar liderada por Arabia Saudí anunció un alto el fuego de dos semanas de duración en el Yemen.
Sin embargo, desde la entrada en vigor del cese de hostilidades el día 9, los bandos se han acusado repetidamente de violarlo y de continuar con sus operaciones militares.
Un día después, las autoridades informaron del primer caso de coronavirus en el país, el único en el mundo árabe, que aún no había registrado la enfermedad, en un trabajador portuario de la localidad de Al Sheher (sur) y anunciaron un toque de queda en la zona del contagio.
El pasado 25 de marzo se cumplió un lustro de la intervención de la coalición árabe suní en el Yemen y de una guerra que ha dejado el país devastado y sin una infraestructura sanitaria mínima que permita dar una respuesta a la llegada de la COVID-19.