El Gobierno israelí ha ordenado la evacuación de 4.500 ancianos de la localidad de Bnei Brak tras constatar una explosión de contagios en esta ciudad de la periferia sur de Tel Aviv, mientras el país ya registra 73 víctimas mortales y más de 7.000 contagiados, según el nuevo balance de este viernes.
Las autoridades locales llevan días pidiendo al Gobierno israelí que emprenda medidas urgentes para aislar la ciudad, que ha registrado ya más de 900 contagios y representa la especial gravedad de la crisis en las zonas de Israel de mayoría ultraortodoxa.
"Si los infectados de Bnei Brak no son evacuados de la ciudad vamos a convertirnos en Italia", alertó a principios de esta semana un alto responsable del Ministerio de Salud bajo condición de anonimato al portal de noticias Itol Gadot. "Para cuando llegue el fin de semana podríamos tener más de 1.000 contagios. Es una verdadera alarma", añadió.
Finalmente, este jueves por la noche el ministro del Interior, Arye Dery, y el ministro de Defensa, Naftali Bennett, ordenaron el traslado de 4.500 residentes de 80 años de edad o más a un hotel, dada su especial vulnerabilidad ante el coronavirus, informa el 'Yedioth Aharonoth'.
Asimismo, el Gobierno ordenó el despliegue de una división militar en la ciudad para impedir la aparición de un foco de contagio tan cerca de Tel Aviv.
De esta forma, el Ejército ha recibido durante la jornada orden de dar "asistencia civil" a los asistentes de Bnei Brak, que ha sido cerrada por las autoridades. La Policía ha instalado ya puestos de control para impedir entradas y salidas de la ciudad.
El jefe del Mando Nacional del Ejército, Tamir Yadai, ha resaltado que "Bnei Brak es el primer lugar, no el último. "Habrá otros sitios en los que se verán operaciones de las tropas del Ejército, y eso está bien", ha agregado.
Así, ha resaltado que los militares no estarán encargados de aplicar la orden del Gobierno de declarar la ciudad como una "zona restringida", sino que operarán en su interior para dar asistencia a los residentes, según ha informado el diario 'The Times of Israel'.
ESFUERZOS "COMPLEJOS"
Yadai ha reconocido que los esfuerzos en Bnei Brak son más "complejos" que en otras zonas del país debido a la naturaleza de este suburbio ultraortodoxo. "Las cosas en esta ciudad funcionan de forma diferente. Nos estamos adaptando a sus rutinas", ha resaltado.
Según el citado diario, ello incluye buscar otras zonas para dar información a los residentes, debido a que Internet y la televisión no son casi utilizados en la comunidad.
Por su parte, la Policía ha confirmado el envío de más de mil agentes para mantener el cierre de la ciudad, que los residentes no podrán abandonar salvo en circunstancias especiales y a la que el resto de la población israelí no podrá acceder.
"En las próximas horas los residentes notarán una alta presencia de policías y soldados para trasladar a la gente a que haga cuarentena", ha dicho el superintendente Roi Waldman, quien ha agregado que tienen autorización para usar "fuerza proporcional" si encuentran resistencia".
Las autoridades israelíes han elevado este mismo viernes a más de 7.000 el número de casos positivos por coronavirus en el país, con 73 fallecidos hasta la fecha.