Moscú - Un avión con 172 pasajeros a bordo que se dirigía a Damasco tuvo que aterrizar en la base aérea rusa de Hamimim, en la provincia siria de Latakia, debido a un ataque israelí con misiles aire-tierra contra los suburbios de la capital siria, informó este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.
El incidente, según el portavoz de Defensa, general Ígor Konashénkov, se produjo la madrugada del jueves, cuando cuatro cazas israelíes F-16, sin entrar en el espacio de Siria, lanzaron ocho misiles contra los suburbios de Damasco, acción que activó las defensas antiaéreas sirias. En el momento del ataque, el avión, un Airbus-320 procedente de Teherán en vuelo regular, se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Damasco y "por poco no entró en la zona batida por el fuego de la artillería y misiles antiaéreos", dijo Konashénkov, que no precisó la pertenencia de la aeronave.
"Solamente gracias a la rápida intervención de los controladores del aeropuerto de Damasco y al funcionamiento eficaz del sistema automático de regulación del tráfico aéreo se logró desviar al Airbus-320 (...) hacia el aeródromo de reserva, la base aérea que gestiona el ejército ruso en Hamimim, donde aterrizó", agregó. Según el portavoz castrense, los vuelos regulares en el espacio aéreo de Siria, como en el resto del mundo, se realizan en pasillos aéreos determinados y los radares israelíes ven perfectamente la situación en la zona del aeropuerto de Damasco.
Israel los usa como escudos "Las operaciones aéreas que lleva a cabo el Estado Mayor General israelí utilizando la presencia de aviones de pasajeros como cobertura o para impedir las acciones de respuesta de defensa antiaéreas se han convertido en algo característico de las Fuerzas Aéreas de Israel", denunció el general ruso.
Entre tanto, la calma prevalecía ayer en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, en vísperas de una reunión entre Rusia, aliada de Damasco, y Turquía, valedora de la oposición siria, y tras días de bombardeos que han provocado cientos de miles de desplazados. Rami Abderrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, señaló ayer a Efe que la situación en Idlib y el oeste de Alepo está "muy en calma" tras no registrar bombardeos hasta el momento en el considerado último bastión opositor del país. Idlib y el oeste de Alepo están prácticamente dominados por el Organismo de Liberación del Levante, la exfilial siria de Al Qaeda a la que Moscú y Damasco consideran "terrorista" y que buscan expulsar en una ofensiva que comenzó el pasado 29 de abril.
Por su parte, Ahmed al Sheikhu, portavoz en la ciudad de Idlib para la Defensa Civil siria, conocidos como los "cascos blancos", dijo que "las personas todavía siguen migrando de la parte oriental de Idlib (...) y de Ariha". Apuntó que "están aprovechando la calma para recoger sus casas y marcharse", después de que ayer bombardeos y artillería acabaran con la vida de 17 personas en Idlib y Alepo. - Efe