Moscú - El nuevo primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, recibió ayer el testigo de su antecesor en el cargo, Dmitri Medvédev, y abrió consultas para la formación del gabinete, que todo apunta a que será de transición y continuista en sus principales carteras.
“Lo más importante es centrarse en cumplir los principales puntos de la intervención del presidente (Vladímir Putin) ante la Asamblea Federal”, dijo ayer Mishustin al reunirse por primera vez con el Gobierno saliente.
Mishustin se refería al nuevo contrato social de corto plazo que Putin propuso firmar a los rusos en su discurso sobre el estado de la nación, que incluye contemplar una pensión digna y un salario mínimo en la Constitución. Después de la controvertida reforma de las pensiones y el aumento de la edad de jubilación que provocó protestas multitudinarias en 2018, Putin auguró un estado de bienestar mejor que el que garantizaba la Unión Soviética.
Además, con el fin de combatir el decrecimiento demográfico, prometió grandes subsidios para el primer y el segundo hijos y alimentación gratuita para los niños de primaria en las escuelas.
A cambio, los rusos deberán apoyar en referéndum los cambios constitucionales, que otorgarán mayores poderes a la Duma (cámara de diputados), como es el caso del nombramiento del primer ministro. Para ello, Mishustin tendrá que tomar medidas atrevidas que saquen a la economía del actual ciclo de estancamiento, lastrado por las sanciones y el descenso de los precios de los hidrocarburos, que han provocado una drástica caída de los ingresos.
“Estamos atravesando un período difícil en el desarrollo de nuestra economía. Creo que Rusia tiene todas las posibilidades de recuperar los ritmos de crecimiento económico. Pero para eso será necesario hacer reformas”, indicó Alexéi Kudrin, presidente del Tribunal de Cuentas y enemigo acérrimo de Medvédev, al que acusó de condicionar el cumplimiento de los programas sociales al gasto militar. Después de abandonar la promesa de duplicar el producto interior bruto y entrar en el exclusivo grupo de las cinco mayores economías mundiales, Putin ha planteado el objetivo más modesto de que Rusia crezca por encima de la media mundial en 2021. Algo que no pudo lograr Medvédev, que, según la prensa, no abandonó el cargo por propia iniciativa, sino que fue destituido, aunque ejerció de fiel escudero de Putin durante toda su carrera política. En sus siete años como primer ministro, la economía rusa solo creció por encima de la media mundial en 2013 (3,7 %). - Efe