Argel - Colegios vacíos y protestas contra lo que el movimiento de oposición popular (Hirak) considera “una farsa” marcaron desde las primeras horas las presidenciales en Argel, una ciudad tomada por las Fuerzas de Seguridad. Desde primera hora de la mañana, grupos de antidisturbios se apostaron en cada una de las esquinas principales de la capital, en particular la avenida Didouche Mourad, arteria comercial de Argel, donde cerca de medio centenar de personas se congregaron al mediodía para decir “no a las elecciones, abajo el régimen militar”.

A medida que creció la protesta, un grupo de gendarmes, porra en mano, aceleraron hacia los manifestantes, que evitaron la confrontación al grito de “Silmiya” (paz) y “esto no es contra el Ejército, es contra el poder”. “Yo no voy a votar hasta que Argelia sea una democracia. Estamos aquí para decirle al poder que sabemos quiénes son, y que no nos van a parar”, aseguraba Hamid B., un comerciante de 50 años procedente del barrio capitalino de Bab Oued, en medio de decenas de agentes. A escasos metros, en uno de los colegios en torno la simbólica plaza de la Grande Poste, cerrada por decenas de vehículos militares y vigilada desde el aire por helicópteros, los votantes afluían de forma lenta y a cuentagotas. En su mayoría se trataba de ancianos y personas de mediana edad que afirmaban que votaban por responsabilidad y porque no consideraban que el Hirak, tras diez meses de protestas cada viernes de forma consecutiva, pudiera representar una alternativa. - Efe