Ginebra - El Gobierno sirio y la oposición estarán mañana por primera vez frente a frente tras ocho años y medio de guerra civil en Siria para iniciar las negociaciones de una nueva Constitución, que se anhela sea la base de un proceso de reconciliación y de retorno a la paz.

Este ejercicio político “puede abrir la puerta a un proceso político más amplio”, confió ayer el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, quien actuará como un “facilitador” en el diálogo que mantendrán ambas partes.

Los 150 miembros del llamado Comité Constitucional, que negociará la ansiada Carta Magna, han empezado a llegar a Ginebra, que será donde se reunirán regularmente con el fin de realizar un trabajo “expeditivo”, según las reglas que el régimen de Bachar al Asad ha acordado con la oposición. Esas reglas también “establecen el compromiso del gobierno, la oposición y sus nominados de sentarse juntos, cara a cara, para dialogar y negociar”, destacó Pederson en una rueda de prensa en la que ofreció algunos detalles del proceso que arranca el próximo día 30.

El Comité estará compuesto por 50 delegados del gobierno, 50 de la oposición y 50 de la sociedad civil. La elección de los constituyentes ha requerido dos años de esfuerzos para que unos y otros acepten no sólo a los representantes de la parte rival, sino a los miembros procedentes de entidades civiles, a varios de los cuales se reprochaba una supuesta falta de independencia.

La constitución y puesta en funcionamiento del Comité Constitucional es el primer acuerdo al que han llegado el Gobierno y la oposición sirios desde el estallido del conflicto en 2011, así como la primera vez que ambas partes se aceptan como interlocutores, recordó Pedersen. Desde ese entonces la ONU ha realizado infatigables esfuerzos en favor de un proceso político que pusiese alto a una guerra cuyas ramificaciones han llegado hasta Occidente a través del terrorismo yihadista y de la crisis de refugiados.

Acciones concretas El enviado especial dijo que, como resulta obvio, “este Comité Constitucional no puede resolver el conflicto, pero sí puede ser un paso en la dirección correcta en el difícil camino que ha supuesto este conflicto y hacia una nueva Siria”. Agregó que la significación de estas negociaciones será mayor si está acompañada de acciones concretas en el terreno, en particular la liberación de detenidos y el reconocimientos de los casos de desaparecidos y secuestrados, tres categorías que en conjunto implican a “decenas de miles” de sirios. “Pido de forma especial por la liberación de mujeres y niños, lo que sería una señal muy poderosa de que estamos realmente ante un nuevo amanecer en Siria”, declaró a la prensa.

La inauguración de estas negociaciones ha estado precedida por la ofensiva de Turquía en el noreste sirio contra las milicias kurdosirias de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), lo que hizo a Pedersen referirse a este nuevo episodio bélico y pedir que se respete el alto el fuego acordado. “Invocamos a que haya un alto el fuego en todo el territorio sirio. Los enfrentamientos actuales son solo otra prueba de la importancia de poner en marcha un proceso político que contribuya a resolver los problemas en el noreste y en Idleb”, dijo el representante de la ONU.

Idleb es una provincia del oeste de Siria en la que se han concentrado los combatientes de distintas facciones armadas opositoras derrotadas en los últimos dos años, así como sus familias, con el consentimiento del gobierno y con el aval de Rusia, el mayor aliado político y militar de Damasco. La primera reunión del Comité Constitucional tendrá carácter protocolario e incluirá discursos de los dos copresidentes del Comité Constitucional (uno del gobierno y el otro de la oposición), tras lo cual empezarán las discusiones de fondo. - Efe