Washington - Estados Unidos elevó ayer la presión diplomática contra Turquía por su incursión en la frontera siria, de la que denunció posibles crímenes de guerra contra los kurdos, y su presidente, Donald Trump, advirtió de que impondrá “poderosas sanciones” como respuesta. Asimismo, ordenó la retirada total de las tropas norteamericanas del norte de Siria. “Estoy negociando con (el senador republicano) Lindsey Graham y muchos miembros del Congreso, incluyendo demócratas, sobre la imposición de poderosas sanciones a Turquía. El Tesoro está listo. (...) Hay un gran consenso sobre esto”, advirtió Trump en su cuenta de Twitter. “¡Manteneos al tanto!”, agregó el mandatario.
En este sentido, el conservador Graham señaló que es “imperativo” que Estados Unidos no permita que “la agresión de Turquía conduzca a la destrucción de un aliado valioso, los kurdos, y al resurgimiento del Estado Islámico (EI)”. Sobre esta cuestión habló ayer el exsecretario de Defensa, el general James Mattis, en una entrevista en el programa dominical Meet the Press en la que lamentó que la decisión de Trump de retirar los soldados estadounidenses del norte de Siria hará “resurgir” al EI. “EI va a resurgir. Es absolutamente un hecho que volverán”, vaticinó.
La reflexión de Mattis ocurrió después de que su sustituto en el Pentágono, Mark Esper, anunciara que Trump ha ordenado la retirada total de las tropas norteamericanas del norte de Siria, zona en la que las fuerzas turcas y los kurdos se enfrentan actualmente. “Anoche hablé con el presidente después de conversar con el resto del equipo de seguridad nacional y me indicó que comenzáramos a retirar deliberadamente las fuerzas del norte de Siria”, dijo Esper en una entrevista en el programa dominical Face the Nation de la cadena de televisión CBS.
En concreto, Trump dictaminó la retirada de los aproximadamente 1.000 soldados estadounidenses que quedaban en el norte de Siria, según el diario The Washington Post, después de conocer que Turquía tiene la intención de expandir su ataque “más al sur de los planeado originalmente y al oeste”, según Esper. En sus declaraciones, el jefe del Pentágono explicó que hay señales de que las Fuerzas Democráticas Sirias (FSD), la alianza de milicias encabezada por los kurdosirios y que ha sido un importante aliado de Estados Unidos en su combate contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), “está buscando cerrar un acuerdo” con el régimen sirio y el Gobierno ruso para llevar a cabo un contraataque en el norte. Trump defendió la retirada al asegurar que ha sido una decisión “muy inteligente”.
“Muy inteligente no participar en los intensos combates a lo largo de la frontera turca. Aquellos que nos metieron por error en las guerras de Oriente Medio todavía están presionando para luchar. No tienen idea de la mala decisión que tomaron. ¿Por qué no piden una declaración de guerra?”, señaló el mandatario en su cuenta de Twitter. En este sentido, Esper justificó que el Ejecutivo estadounidense está haciendo “lo que es en interés de los miembros del servicio (militar) para no ponerlos en peligro”.
En la misma entrevista, el secretario de Defensa señaló que algunas de las acciones de las fuerzas turcas en su incursión en el norte de Siria “parecen ser” crímenes de guerra. “Parecen ser”, respondió Esper al ser preguntado sobre si algunas de las conductas de Turquía contra las fuerzas kurdas pueden ser catalogadas de crimen de guerra, incluyendo ejecuciones grupales de cautivos kurdos. “Es una situación muy terrible allá, una situación causada por los turcos. A pesar de nuestra oposición, decidieron hacer esta incursión ”, lamentó.
Huida del EI La canciller alemana, Angela Merkel habló ayer por teléfono con Erdogan y exigió un fin “inmediato” de la incursión. “Independientemente de los justificados intereses de seguridad de Turquía”, la ofensiva amenaza con “conducir a la huida de una gran parte de la población local, a la desestabilización de la región y a un nuevo fortalecimiento del Estado Islámico (EI)”, manifestó una de sus portavoces en Berlín.
Estas advertencias coincidían con las afirmaciones de las autoridades kurdas en el norte de Siria de que 785 extranjeros vinculados al EI han huido tras un ataque al campo de detención de Ain Issa, controlado por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), las milicias lideradas por kurdos, en el noreste del país.
En un mensaje en la red social Facebook, la autoridad autónoma indicó que un grupo de “mercenarios de Turquía”, en aparente referencia a milicias pro-turcas, atacaron Ain Issa con apoyo aéreo de la aviación turca. Erdogan, sin embargo, rechazó cualquier crítica de la ofensiva y llegó a acusar a Merkel y Alemania -que ha congelado sus ventas de armas a Turquía- a aliarse con el “terrorismo” kurdo.
“¿Estamos juntos en la OTAN o estás con las organizaciones terroristas? Te sientas con nosotros y luego te alías con el terror”, aseveró el mandatario. Según datos del Ministerio de Defensa, cinco militares turcos han muerto en la ofensiva hasta el momento, mientras que el propio Erdogan anunció que las YPG han perdido 440 combatientes, a los que se añaden otros 26 capturados y 24 que se rindieron. La ONU, mientas tanto, eleva el número de civiles desplazados por la incursión a unas 130.000 personas.