erbil - Los kurdos han abierto la puerta al Gobierno sirio, su enemigo histórico, y a Moscú para que les ayude en caso de que los turcos realicen una ofensiva contra el noreste de Siria tras la retirada de los estadounidenses de la zona fronteriza. A pesar de la enemistad histórica entra ambas partes por la persecución sistemática del partido gobernante sirio Baaz contras los kurdos, estos últimos estudian, entre otras posibilidades, conversar con Damasco y su aliada Moscú “para cerrar el camino a la agresión turca”, indicó ayer a Efe Badran Jia Kurd, un alto oficial y asesor del Gobierno autónomo kurdo establecido en el norte y el este del país, y no reconocido por Damasco.
“Cuando la coalición abandone la zona, vamos a estudiar todas las posibilidades (...) Hay varias opciones, es posible en un futuro que podamos conversar con Damasco y Moscú para llenar este hueco”, afirmó en una conversación telefónica. Jia Kurd indicó que tienen más “casos pendientes con Damasco (...) y ahora de nuevo, hay una opción estratégica para una solución política en Siria”, afirmó. Una de las peticiones de los kurdos es que Damasco acepte una región con autonomía en el noreste de Siria, aunque parece que el régimen sirio no está dispuesto a ceder a ello.
En ocasiones anteriores, los kurdos y el Gobierno sirio han mantenido conversaciones sobre la posible ayuda militar ante una ofensiva turca, aunque nunca se han revelado detalles y quedaron en un punto muerto después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera en 2018 que retiraría sus tropas de Siria. Asimismo, el asesor aseveró que están “dispuestos a hablar con la parte turca si estos lo desean”. - I. J. Martín