Teherán - “Las potencias mundiales saben que en el caso de una completa sanción y una reducción a cero de las exportaciones de petróleo de Irán, las aguas internacionales no tendrán la misma seguridad que antes”, aseguró ayer el presidente iraní, Hasan Rohaní, en una ceremonia del Ejecutivo con la presencia del líder supremo, Ali Jameneí.

Rohaní insistió en su discurso en que “la presión unilateral contra Irán no favorece (a las potencias occidentales) y no garantiza su seguridad en la región y el mundo”, informó la presidencia iraní.

Cerca de la costa de Irán, en la zona del golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, se han registrado desde mayo pasado una serie de ataques a petroleros y buques cisterna, de los que Estados Unidos ha responsabilizado al Gobierno de Teherán. Las autoridades iraníes rechazaron su implicación en estos incidentes, pero sí reconocieron el derribo de un dron estadounidense y la captura de un petrolero de bandera británica.

Esta escalada de la tensión tuvo su origen en la decisión de EEUU de no renovar las exenciones a la compra de petróleo iraní otorgadas a ocho países, para así reducir a cero las exportaciones de crudo, bajo sanciones desde noviembre pasado. Sanciones, impuestas por EEUU tras su retirada unilateral del acuerdo nuclear de 2015 con Irán, que fueron calificadas ayer por Rohaní de “terrorismo económico contra la nación iraní”.

Debido a las sanciones y al fracaso del resto de firmantes del pacto (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) en contrarrestarlas, las autoridades iraníes han dejado de cumplir en los últimos meses algunos de sus compromisos. Al respecto, Rohaní subrayó que la reducción de los compromisos es “el camino correcto” porque la paciencia de Irán “tiene un límite”, aludiendo a que durante todo un año no adoptaron ninguna medida.

“Ante la falta de cumplimiento (de la otra parte), no podemos aceptar el compromiso total (...). Si las negociaciones no tienen éxito, continuaremos nuestro camino”, aseguró.

Límites de uranio Irán ha superado por ahora los límites que el acuerdo estipulaba para sus reservas de uranio y el nivel de su enriquecimiento y, salvo que la otra parte reaccione positivamente, tomará más medidas en esta línea el próximo septiembre. Las autoridades iraníes exigen al resto de firmantes del acuerdo nuclear que al menos garanticen las exportaciones de petróleo de Irán, que ascendían a 2,8 millones de barriles, y el fin de las trabas a las transferencias bancarias. - Efe