Bangkok - Con la apuesta por el multilateralismo económico en el contexto de la guerra comercial entre EEUU y China, los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) concluyó ayer en Bangkok su cumbre regional, donde se avanzó en materia medioambiental y asuntos de seguridad.

“Estamos preocupados por la imparable marea de sentimientos proteccionistas y contra la globalización que afecta a la economía mundial y pone en peligro el sistema multilateral de comercio”, apunta el comunicado final del bloque -formado por Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam-.

El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, quien ha presidido la cita, señaló la urgencia de concluir antes de final de año la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), un megatratado de libre comercio que, junto a otros seis socios, crearía la alianza económica más grande del mundo.

“La cumbre ha servido para reiterar la importancia de fortalecer la economía de la región (...) en tiempos de incertidumbre y las tensiones comerciales entre los más importantes socios de la ASEAN”, apuntó Prayut en su discurso final.

El RCEP -que busca aunar casi el 40% del PIB mundial- comenzó a negociarse en 2012 impulsado por China como una alternativa a los acuerdos multilaterales impulsados por Estados Unidos, antes de la llegada a la Casa Blanca del presidente Trump y su política proteccionista.

Además de China y ASEAN, Australia, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda participan en las negociaciones de este megatratado que crearía un mercado conjunto de 3.400 millones de personas. “Estados Unidos y China deben resolver sus diferencias antes de que la situación se salga de control. Y nosotros, como ASEAN, debemos fortalecer el apoyo a un sistema de comercio multilateral abierto basado en las normas”, señaló el presidente filipino, Rodrigo Duterte, durante las reuniones de mandatarios.

Uno de los avances de la cumbre fue la bautizada como “Declaración de Bangkok”, con el objetivo de combatir la basura vertida a los mares, aunque falló al detallar los mecanismos para alcanzar esta meta. Y es que cuatro de los miembros de la ASEAN -Indonesia, Filipinas, Vietnam y Tailandia- están considerados, junto a China, como los responsables de la mitad de la contaminación de plástico de los océanos. Los países acordaron además reforzar la lucha contra el tráfico ilegal de animales salvajes.