Jartum - Un día después de que Omar al Bashir fuera apartado de la presidencia, la junta militar que ha asumido el poder en Sudán prometía que lo entregará a un Gobierno civil tras la etapa transitoria, pero miles de manifestantes permanecen en las calles de la capital para exigir un cambio real y profundo.

La joven artista Hayat Ahmed Ozman, de 21 años, participa en la acampada de protesta establecida el pasado sábado en los alrededores de la sede de la comandancia del Ejército sudanés en Jartum y asegura de que hay más gente que nunca. “El número de personas aumenta y la gente viene de otras regiones lejanas” del país, relata, a pesar del toque de queda entre las 22.00 y las 04.00 hora local que ya entró en vigor y se prolongará durante un mes, por orden de los militares. “A la gente no le importó, permanecieron en el lugar de la acampada, pero sí cerraron los caminos de acceso” por la noche, aunque por primera vez no se produjeron ataques de las fuerzas de seguridad durante la madrugada, tal y como venía sucediendo en los días anteriores. La joven y muchos otros han decidido permanecer en las calles para “erradicar por completo el gobierno (de Al Bashir) y todos sus órganos y figuras”, en sus palabras, y para seguir presionando a la junta militar, que ayer aseguraba que está de parte del pueblo y no le traicionará, y que sólo busca mantener la seguridad del país. Según Ozman, los militares “infravaloran la conciencia de los jóvenes”, y la promesa de traspasar el poder a una autoridad civil al cabo de la etapa de transición “forma parte de la traición” a los manifestantes.

El jefe del comité político del denominado Consejo Militar Transitorio, Omar Zein Alabidín, aseguró en una rueda de prensa que el Ejército no ha llevado a cabo un “golpe de Estado” y que no se mantendrán en el poder “ni un día más después de los dos años” de transición establecidos. Asimismo, remachó que “el Gobierno será completamente civil”, pero pidió a las fuerzas políticas que se pongan de acuerdo sobre ese Ejecutivo y a los manifestantes que aporten soluciones e ideas para los problemas actuales.

Sin embargo, la Asociación de Profesionales Sudaneses, que aglutina a sindicatos opositores, respondía asegurando en un comunicado que “no hay duda de que lo sucedido es un mero cambio de máscaras del mismo régimen contra el cual el pueblo se rebeló” y que desea “erradicarlo de raíz”. Las organizaciones de derechos humanos denuncian que miembros de la actual cúpula militar han cometido abusos durante el mandato de Al Bashir y exigen que se respeten las libertad básicas en la etapa transitoria. - Al Nur al Zaki