Caracas - El presidente venezolano, Nicolás Maduro, introdujo ayer nuevos “factores de corrección” al controvertido paquete económico que lanzó en agosto pasado, y que expertos, opositores y empresarios han rechazado por considerarlo impertinente y un combustible para la hiperinflación del país.
Entre los anuncios del mandatario, hechos en una sesión plenaria de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), destacan otro aumento del salario mínimo y la promesa de una sustancial recuperación del bombeo en la industria petrolera, clave en la economía del país caribeño.
Además, dijo que sacudirá el conglomerado de empresas estatales, casi todas en números rojos por causa de la corrupción y la indolencia, según reconoció este lunes el propio gobernante.
La medida más comentada es también la más repetida: con la de ayer, Maduro ha aumentado el salario mínimo 26 veces desde 2013, cuando llegó a la Presidencia.
La decisión dejó el ingreso básico, que es la norma en la Administración Pública, en 18.000 bolívares o casi 21 dólares a la tasa de cambio oficial, lo que condena a los cerca de cuatro millones de trabajadores que lo perciben a la pobreza extrema según Naciones Unidas, que fijó en 1,20 dólares diarios el umbral de la miseria. Asimismo, indicó que su Gobierno mantendrá el pago del “diferencial” del salario en las empresas privadas que así lo soliciten, un plan que inició en agosto pasado y cuya duración estaba estimada para solo 3 meses. Según Maduro, esta medida tiene la finalidad de “quitarles la excusa” a los empresarios de que el aumento es “causa de inflación”. En Venezuela, el salario mínimo se calcula en “medio petro”, una unidad de cuenta que nació como moneda virtual con respaldo en un bloque de la Faja Petrolífera del Orinoco -donde se encuentran los mayores depósitos de crudo del planeta-, pero ahora se maneja como un certificado de ahorro.
El presidente venezolano, que inició el jueves un nuevo mandato, elevó ayer el petro desde los 9.000 hasta los 36.000 bolívares, o 41,75 dólares. - Efe