Brasilia - La derecha sudamericana comienza a articularse bajo el paraguas del ultraderechista Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil, quien ha propuesto “consolidar” la lucha anticomunista a partir del 1 de enero, cuando asuma el poder. El primer paso de lo que puede ser una alianza de la derecha para combatir al izquierdismo en la región fue dado en la llamada Cumbre Conservadora de las Américas, organizada por Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del capitán de la reserva del Ejército que revolucionó la política brasileña.
El tercero de los cinco hijos de Bolsonaro reunió a representantes de los sectores más conservadores de Sudamérica en la ciudad brasileña de Foz de Iguaçu para lanzar las bases de una plataforma opuesta al Foro de Sao Paulo, que desde hace tres décadas agrupa a organizaciones de izquierda de la región. Aunque no asistió, el presidente electo de Brasil envió un claro mensaje a esa conferencia y se comprometió a “consolidar” a nivel regional la “nueva línea” política que “nació” en los comicios de octubre pasado. Bolsonaro pidió unidad para librar “una lucha amplia por la libertad, la democracia y el libre comercio”, y aseguró que “todos” en Sudamérica conocen “las consecuencias de la izquierda”, sobre las que añadió que “el ejemplo más claro es Cuba, y el país que mas se aproxima a esa realidad es Venezuela”.
El fuerte contenido ideológico de la conferencia fue subrayado por algunos de los delegados de Argentina, Cuba, Chile, Colombia, Paraguay, Venezuela y el propio Brasil, que enfatizaron la necesidad de “desalojar” al llamado “marxismo cultural”. Uno de ellos fue el filósofo brasileño Olavo de Carvalho, uno de los mentores de Jair Bolsonaro, quien aseguró que la ultraderecha ha “conquistado” el poder en Brasil, “pero no la estructura cultural”. Afirmó que el siguiente paso en ese proceso debe ser “conquistar la universidades y el pensamiento”, lograr la “hegemonía cultural” y a partir de ahí “acabar” también con la “dictadura mediática”, que está “dominada” por la izquierda.
Reflejos Algunos analistas han coincidido en que la victoria de la ultraderecha en Brasil pudiera tener reflejos regionales, sobre todo después del desgaste que han tenido los gobiernos de izquierdas que predominaron en Sudamérica durante los últimos quince años. En opinión de Miguel Ángel Martín, presidente de la Corte Suprema de Venezuela paralela y en el exilio, “la esperanza ha renacido” con la victoria de Bolsonaro.
“Hay una mafia internacional cuyo germen se inoculó desde aquí, desde Brasil”, dijo al participar en el foro, sobre los escándalos que se expandieron por la región durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, hoy en la cárcel por corrupción. Según Martín, en Brasil puede nacer ahora una “alianza contra ese eje maligno” que permita “rescatar a Venezuela y también a Cuba, que es donde está el laboratorio” de toda la izquierda regional. - E. Davis