Viena - Corea del Norte no ha comenzado aún a cumplir su compromiso de desmantelar su programa nuclear, ratificado el pasado junio en la histórica cumbre entre los presidentes estadounidense, Donald Trump, y norcoreano, Kim Jong-un, según un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). “La continuación y ulterior desarrollo del programa nuclear de la RPDC (República Popular Democrática de Corea) y las declaraciones conexas de la RPDC son un motivo de honda preocupación”, sentencia en su informe anual sobre Corea del Norte el OIEA, la agencia de Naciones Unidas que vela por el uso pacífico de la energía atómica.
Esa misma descripción de la situación, palabra por palabra, aparece en el sumario del informe que ese organismo emitió hace justo un año, lo que constata que poco parece haber cambiado en el programa atómico norcoreano. En el sumario del nuevo informe, el OIEA califica de “profundamente lamentable” la prueba atómica realizada por Pyongyang el pasado septiembre, la sexta de las efectuadas hasta ahora, justo la misma denuncia que aparecía en el informe de 2017 sobre la detonación llevada a cabo un año antes.
En el documento se hace un repaso a los acontecimientos del último año, entre los que destaca el compromiso de trabajar hacia la “desnuclearización de la península de Corea” formulado por Kim Jong-un, primero en abril junto a su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, y luego en el encuentro de junio con Trump. Sin embargo, el OIEA no menciona cambios o medidas que permitan pensar en que Pyonyang ha comenzado a desmantelar su programa atómico. El organismo de control nuclear advierte de que actividades atómicas de Corea del Norte, como las relacionadas con el reactor de la Central Nuclear de Experimentación de Yongbyon y las tareas de construcción de un reactor de agua ligera, suponen claras violaciones de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
En el texto, elaborado por el director general del OIEA, Yukiya Amano, este organismo recuerda que desde 2002, cuando sus inspectores fueron expulsados de Corea del Norte, no ha podido llevar a cabo ninguna “medida de salvaguarda” para verificar que no se desvía material nuclear a usos militares.
La situación no ha cambiado y el OIEA recuerda que sigue sin poder realizar inspecciones en el país. Por ello, el OIEA señala que “su conocimiento del programa nuclear de la RPDC es limitado y que, conforme tienen lugar más actividades nucleares en el país, su conocimiento está en declive”. Aunque utiliza otras fuentes de información, como imágenes por satélite, los inspectores no tienen acceso a ninguna instalación nuclear.