Roma - El vicepresidente del Gobierno italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, criticó ayer a los inmigrantes que ponen en peligro la vida de sus hijos al cruzar el Mediterráneo al afirmar: “No metería nunca a mi hija en una barca que puede hundirse”. El líder de la Liga respondió así a una pregunta sobre la desesperación de algunas personas que se embarcan para escapar de la situación de sus países, en una entrevista en el programa Radio anch’io de la emisora pública RAI. “El drama es que viajan en lanchas ya deshinchadas o en barcas de madera en pésimas condiciones sabiendo que se van a hundir y esperando que alguna ONG les recupere a tiempo, y si no, pues llega la masacre”, aseveró. “Me pregunto cómo un padre o una madre puede poner en riesgo la vida de su hijo esperando que funcione el sistema”, añadió. En opinión de Salvini, el dinero para salvar a estas personas hay que gastarlo “creando un futuro allí (en los países de origen) y no dándoles un futuro para que estén en la estación de trenes de Termini (Roma) o en la central de Milán”.
Sobre la oposición planteada ayer por algunos países al documento que reforma el Reglamento de Dublín, que establece qué país es responsable de tramitar las solicitudes de asilo en la UE, Salvini reivindicó el “no de Italia”. “Era una pésima reforma. Se había dicho que Europa nos iba a ayudar, pero al final de tanta palabra sale a la luz un proyecto que dice exactamente lo contrario, que quien desembarca se queda 8 años en Italia...”, afirmó.
Respecto a la última polémica con Túnez, después de que afirmara que desde ese país llegaban “convictos”, Salvini señaló que “no se refería a todos los ciudadanos de este país” pero constató que “la mitad de los tunecinos que están en la cárcel en Europa se encuentran en Italia y son más de 2.000”. “La nacionalidad de los inmigrantes que más desembarcan en Italia es la tunecina, por ello quiero reunirme con el ministro del Interior de Túnez, porque es un país libre con un Gobierno, no hay guerra, epidemias y por ello hay que ver cómo trabajar (para que no lleguen)”, añadió.
Sobre la posición de Italia contra las sanciones a Rusia que expresó el martes el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, durante su discurso de investidura, Salvini, conocido admirador del presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que no es “ni proruso ni proestadounidense, pero que con Rusia es necesario tener buenas relaciones”, puntualizó Salvini.
Investido por el Parlamento El nuevo Gobierno del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga quedó ayer formalmente investido por el Parlamento y su primer ministro, Giuseppe Conte, se prepara ya para representar a Italia en los foros internacionales, el primero de ellos el G7. La Cámara de Diputados (baja) dio su confianza al candidato con 350 votos a favor, 236 en contra y 35 abstenciones, con lo que superó ampliamente el umbral de 316 apoyos que se requieren para la mayoría absoluta.
Con esta votación, el Gobierno de Conte fue formalmente investido, después de una primera sesión en el Senado, donde recibió el martes 171 apoyos, 117 rechazos y 25 abstenciones. En ambas cámaras fue apoyado por el M5S y por la Liga, y rechazado por Forza Italia y el Partido Demócrata (PD). - Efe