Lima - La corrupción fue ayer una de las protagonistas de la VIII Cumbre de las Américas, que se celebra estos días en Lima. En este sentido, el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, se identificó “plenamente” con los principios de lucha contra la corrupción que se están debatiendo en el encuentro y consideró que América Latina requiere “legislaciones más transparentes”. “Es importante que empecemos a actuar con legislaciones más transparentes, y con el convencimiento de que mantener una administración sana es el trabajo de los ciudadanos”, señaló el mandatario dominicano en su intervención.

Medina hizo un repaso a las medidas adoptadas por su Gobierno para fomentar la confianza y la democratización, destacando por ejemplo las nuevas leyes de extinción de dominio o la transformación de toda la política de adquisición de servicios por parte del Estado. “Mientras hace cinco años la nómina de proveedores era de 19.000, en 2017 ya eran 72.000. Se ha democratizado la contratación de bienes y servicios públicos, y ha crecido la confianza en las instituciones de las empresas que quieren ser sus proveedores”, explicó.

Por su parte, el presidente saliente de Costa Rica, Juan Guillermo Solís, advirtió de que “la corrupción se entroniza con mayor facilidad allí donde priman el autoritarismo y la oscuridad” y ratificó el apoyo de su país al posicionamiento de condena del Grupo de Lima sobre la situación en Venezuela. Solís, que se despidió de la región en Lima porque dejará en breve el cargo al presidente electo Carlos Alvarado, subrayó que la corrupción afecta más a “aquellas sociedades que reprimen impunemente a sus poblaciones, ante la debilidad o ausencia de instituciones independientes de administración de la justicia”.

“Una nación carente de procesos electorales libres y limpios, que encarcela a quienes disienten de la opinión oficial, un país que desprecia el respeto a los derechos humanos puede ser presa fácil de las peores formas de corrupción”, argumentó.

Por ello, indicó que su país cree esencial “que la comunidad internacional se pronuncie de forma oportuna y enérgica en aquellos casos en que se ponga en riesgo la democracia y sus instituciones”, como han hecho los países del Grupo de Lima respecto a la situación en Venezuela. Además, respecto al enfrentamiento de la corrupción en América, tema central del foro de mandatarios, abogó por la educación y la cultura como los mejores instrumentos para ayudar a una región “atormentada por este flagelo que no respeta fronteras y se ha convertido en una epidemia que nos amenaza a todos”.

“Nuestras legislaciones se han actualizado para combatirlo, no hay país donde no se mencione la transparencia como factor indispensable, y sin embargo la corrupción no se abate, parece haberse entronizado como un factor consustancial a las sociedades modernas”, refirió. Para Solis, la corrupción “no se ha reducido con la democracia ni necesariamente se controla con más democracia” porque “se alimenta y toma ventaja de los espacios de libertad que la democracia propicia”.

Ante ese escenario, el gobernante sostuvo que hace falta un “esfuerzo sostenido y terco, multidisciplinario, un esfuerzo sociológico que nos aleja de lo administrativo y nos coloca en el ámbito de la cultura”. “Solo podemos derrotar la corrupción con el paulatino desarrollo de sociedades democráticas más integradas, educadas y dispuestas a abandonar la lógica de la acumulación material y sustituirla por el bien común”, por un “esfuerzo de transformación de valores”, insistió. - Efe