Washington - El presidente Donald Trump, aflojó ayer la presión sobre México al aplaudir en Twitter sus “fuertes leyes migratorias”, mientras su Gobierno se prepara para enviar un número no determinado de militares de la Guardia Nacional a su frontera sur.
En un mensaje en esa red social, Trump alabó al Gobierno mexicano por haber puesto fin a la caravana de cientos de inmigrantes centroamericanos que recorre México. “La caravana está disuelta en gran medida gracias a las fuertes leyes migratorias de México y su voluntad para usarlas de modo que no se causase una gigantesca escena en la frontera”, afirmó Trump, quien terminó su mensaje en Twitter con la frase: “¡Detengamos las drogas!”. No obstante, los integrantes de la caravana aseguraron ayer que continúan con su recorrido por México, aunque no planean llegar a Estados Unidos, sino que culminarán su trayecto en la capital mexicana.
Trump, además, consideró ayer que los niveles de detenciones en la frontera con México siguen siendo “inaceptables”, aunque en el año fiscal anterior (de octubre de 2016 a septiembre de 2017) se registró la cifra más baja de arrestos desde 1971, con 310.531 detenciones. En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristjen Nielsen, atribuyó la decisión de desplegar la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- al aumento de arrestos en la frontera en febrero y marzo de este año. Específicamente, en febrero las detenciones aumentaron un 55% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que el incremento en marzo fue del 200%. “Estamos en un punto de crisis y queremos acabar con ello antes de que aumenten más”, afirmó Nielsen.
Además, especificó que la Guardia Nacional apoyará a los agentes fronterizos en operaciones aéreas para detectar actividades ilegales, en labores mecánicas, como reparación de vehículos, y ofrecerá cuidados médicos a los inmigrantes que lo necesiten. “Lo que haremos será liberar a los agentes fronterizos para que pueden hacer cumplir la ley”, indicó.
La ley de EEUU prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que los miembros de la Guardia Nacional tendrán un papel limitado en la frontera y no podrán dedicarse a detener inmigrantes en la zona limítrofe.
La Cancillería mexicana afirmó este miércoles en un comunicado que los militares de la Guardia Nacional “no portarán armas”, aunque Nielsen rechazó confirmar ayer si eso es cierto y aseguró que “continúan las negociaciones” tanto con el Ejecutivo mexicano como con los estados fronterizos. Nielsen conversó con los gobernadores de los cuatro estados fronterizos con México que tienen responsabilidad sobre la Guardia Nacional.