Londres - Varios directivos de Oxfam se “comprometieron” ayer ante el Parlamento británico a “erradicar” las malas prácticas que han “dañado” a la ONG tras su implicación en el escándalo sexual ocurrido en Haití en 2010, que se ha destapado recientemente, y tras el que Reino Unido ha recibido ya otras 26 nuevas denuncias por mala conducta, según el diario The Guardian.
El comité parlamentario de Desarrollo Internacional interpeló ayer duramente a representantes de la plataforma acerca de la conducta sexual “inapropiada” que cooperantes y directivos mostraron en el país caribeño, devastado ese año por un terremoto que dejó 220.000 muertos, 300.000 heridos y un millón y medio de personas sin hogar.
El escándalo fue divulgado recientemente por el diario The Times, que tras acceder a un documento interno desveló cómo empleados de la ONG participaron en orgías y contrataron prostitutas en instalaciones financiadas por Oxfam durante su estancia en Haití, donde ofrecían ayuda humanitaria a las víctimas.
Desde entonces, la organización, que emplea a 10.000 trabajadores en más de 90 países, está sumida en una profunda crisis, y en los últimos diez días ha sufrido 7.000 cancelaciones de donantes regulares, desveló ayer el director ejecutivo de la ONG en el Reino Unido, Mark Goldring. Durante dos horas, este directivo se sometió a las cuestiones de varios diputados junto con Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam International, y Caroline Thomson, presidenta de la fundación en Reino Unido.
En su intervención, Goldring reiteró sus disculpas en nombre de Oxfam “por el daño que (la ONG) ha hecho tanto a la gente de Haití -pero también a los esfuerzos que se hacen para obtener ayudas y para el desarrollo- al socavar el apoyo público”.
Además, pidió perdón por unos recientes comentarios realizados al periódico The Guardian, en los que cuestionó la “intensidad” y “ferocidad” de las críticas a Oxfam, llegando a afirmar en su defensa que nadie en la ONG había “asesinado a bebés en sus cunas”.
Si bien ayer justificó sus palabras -calificadas de “inapropiadas” por muchos sectores- con que se encontraba en ese momento “bajo un tremendo estrés”, reconoció que “no es tarea de Oxfam juzgar asuntos de proporcionalidad o motivación”.
Goldring también aseguró que se equivocó cuando comparó lo que él estaba pasando y el sufrimiento de las mujeres en Haití afectadas por el comportamiento de los trabajadores de Oxfam. “No pongo excusas. Pido disculpas por comparar lo que yo estaba pasando con la situación en general. Mi primera preocupación son las mujeres de Haití y cualquier persona que haya estado mal como consecuencia del programa de Oxfam”.
Asimismo, el director ejecutivo de Oxfam en el Reino Unido había asegurado que el escándalo de la ONG en el país caribeño le había dejado seis noches sin dormir.
También Byanyima se confesó “avergonzada” por lo ocurrido en Haití y remarcó que se ha pasado toda la vida “defendiendo los derechos de las mujeres y luchando por las personas que viven en la pobreza”. “Algunos hombres horribles vinieron a nuestra organización y abusaron de la confianza de los británicos, de los que apoyaban la ONG y pudieron salirse con la suya”, lamentó la directiva, que aseguró que Oxfam “erradicará cualquier mala práctica” y ofrecerá “justicia” a las víctimas de los abusos cometidos.
Por su parte, Caroline Thomson, nombrada presidenta de la fundación Oxfam en el Reino Unido en octubre de 2017, reconoció su “vergüenza” por lo sucedido en el país caribeño. “No creemos que (la situación) estuviera bien gestionada y nuestra tarea ahora es asegurarnos de que denunciamos siempre con transparencia y responsabilidad”, concluyó.
Informe de investigación La ONG emitió una disculpa formal ante el Gobierno haitiano y divulgó un informe de diez paginas de una investigación interna llevada a cabo tras lo ocurrido en Haití, y que no se hizo pública hasta la reciente filtración de ese diario. En ese documento, cuyos hallazgos fueron calificados por la primera ministra británica, Theresa May, de “absolutamente espantosos”, se registra que cuatro de los siete hombres implicados directamente en el escándalo en Haití dimitieron de sus cargos y otros tres fueron despedidos. Aunque la pesquisa indica que no hay “evidencias” que demuestren que algunas de las prostitutas contratadas por los cooperantes de Oxfam en Haití eran menores, ese extremo, según el informe, “no puede descartarse”. La polémica motivó al regulador de las organizaciones no gubernamentales en este país -la llamada Charity Commission- a abrir una investigación y ha llevado a algunos de los socios corporativos de la ONG a replantearse su asociación con Oxfam, que en 2016 recibió 32 millones de libras (36,2 millones de euros) en ayudas del Gobierno británico.
“Oxfam ha hablado con todas las mujeres implicadas que ha podido encontrar y todas eran mayores de 18 años”, señalaba ayer Goldring ante el comité.
En cuanto a los trabajadores implicados en el escándalo sexual en Haití, Goldring declaró que se trata de trabajadores procedentes de siete países y que ninguno era de nacionalidad británica, para después recalcar que todos ellos son “gravemente culpables”.
Ante la pregunta de si alguno de los trabajadores volvió a ser contratado por Oxfam, aseguró que hubo un caso de un contratista que luego volvió a trabajar para la ONG en otro país.
Los parlamentarios le consultaron al director ejecutivo de Oxfam Reino Unido si alguno de los implicados en el escándalo consiguió una carta de recomendación de la ONG y ha admitido que uno de los hombres pidió la referencia de su superior, también implicado, y la consiguió. En este sentido, ha anunciado que Oxfam exigirá a partir de ahora que la concesión de una carta de recomendación sea tramitada por el órgano central de la ONG para evitar que pueda repetirse una situación como la que ha sucedido con el trabajador expulsado por su comportamiento”.