Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió ayer a una “nación de luto” al hablar del tiroteo en una escuela de Parkland (Florida), en un discurso en el que prometió enfrentar “el difícil problema de la salud mental” pero evitó mencionar medidas para el control del acceso a las armas.
“Hoy hablo a una nación de luto. Estamos todos juntos como una única familia”, dijo Trump a los estadounidenses después del tiroteo, que este miércoles dejó 17 muertos y una quincena de heridos en un centro de educación secundaria.
El mandatario prometió “enfrentar el difícil problema de la salud mental”, y subrayó que sostendrá un encuentro con los gobernadores estatales del país para hacer de la seguridad en las escuelas la “principal prioridad”. En su breve declaración de apenas ocho minutos, Trump no hizo mención alguna a posibles medidas legislativas para reforzar el control del acceso a armas de fuego. El presidente estadounidense es un destacado defensor del derecho a portar armas, y ha participado en varias conferencias de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el gran grupo de presión proarmas en el país.
Antes de su comparecencia, el mandatario había calificado al sospechoso del tiroteo como una persona “mentalmente desequilibrada” en un mensaje en su cuenta de Twitter. Precisamente, cuando apenas llevaba un mes en la Casa Blanca, Trump suspendió una regulación impulsada por el expresidente Barack Obama para impedir que personas con problemas mentales pudiesen comprar de armas fuego.
El sospechoso del ataque ha sido identificado como Nikolas Cruz, de 19 años, quien se encuentra ya en la cárcel del condado de Broward, en la vecina ciudad de Fort Lauderdale, después de ser acusado de 17 asesinatos premeditados.
El tiroteo de Parkland es el decimoctavo incidente con armas en centros educativos estadounidenses ocurrido en lo que va de 2018.
Una vez más, ha vuelto a reabrir el debate en Estados Unidos sobre la necesidad de reforzar los controles de acceso a armas de fuego, aunque el guión ha seguido el habitual cruce de declaraciones entre demócratas y republicanos. El senador demócrata por Florida, Bill Nelson, subrayó que hay que impedir que las personas con problemas mentales puedan comprar armas de fuego de gran potencia. “Un rifle AR-15 (el utilizado por el presunto autor del tiroteo) no es para cazar, es para matar”, aseguró Nelson en declaraciones a la cadena CNN. - Efe