Washington - Las autoridades de Estados Unidos informaron ayer de la detención de un antiguo agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que se enfrenta cargos por posesión ilegal de información clasificada que afectó a la seguridad nacional del país.
Jerry Chun Shing Lee, un estadounidense naturalizado que actualmente residía en Hong Kong (China), fue arrestado a última hora del lunes a su llegada al aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, de acuerdo con un comunicado divulgado por la cartera de Justicia. Según publicó el rotativo The New York Times, Lee habría usado esa información para ayudar a Pekín a desarticular una red de informantes de la CIA en China, con la ejecución o detención de una docena de ellos.
Desde 1994 Lee comenzó a trabajar en la CIA en 1994, lo que le dio acceso a innumerables documentos clasificados como alto secreto.
En agosto de 2012, el acusado y su familia abandonaron Hong Kong para retornar a Estados Unidos, sin embargo, antes de mudarse definitivamente, los Lee se alojaron en hoteles de Hawai y Virginia, donde agentes del FBI aprovecharon para investigar al exfuncionario.
En el transcurso de sus registros, los agentes encontraron en el equipaje de Lee dos libretas manuscritas en las que el acusado había apuntado información relativa a empleados de la CIA, que incluía datos como sus nombres auténticos o sus números de teléfono.
Asimismo, las libretas también recogían información relativa a operaciones abiertas, con detalles sobre puntos de encuentro o casas seguras para los agentes de la CIA. Según el The New York Times, Lee se convirtió en sospechoso para la inteligencia estadounidense después de que la CIA perdiese a varios de sus informantes de forma sistemática en China.
Un ‘Hacker’ o un ‘topo’ Aunque en un principio la CIA creía que estas pérdidas tenían su explicación en un hackeo informático, el FBI ya apuntó a la existencia de un topo.
En caso de ser declarado culpable, Lee, quien ya ha compareció ayer ante un tribunal neoyorquino, se enfrenta a una posible condena de diez años en prisión.
El caso de Lee se suma al del también exagente de la CIA detenido en junio de 2017 por proporcionar información clasificada a las autoridades chinas y a la de una exfuncionaria del Departamento de Estado en marzo acusada de colaborar con los servicios de inteligencia de China.