La Haya - Cientos de niños soldado integrantes de las tropas del criminal de guerra congoleño Thomas Lubanga, condenado por la Corte Penal Internacional (CPI) a 14 años de cárcel, podrán participar en programas sociales, médicos y educativos a los que ese tribunal ha ordenado destinar 8,4 millones de euros (10 millones de dólares). El juez Marc Perrin, que leyó una decisión tomada de forma unánime, recordó que la mayoría de víctimas eran menores de 15 años y fueron usados como guardias de seguridad o como soldados cuando el condenado era el líder del grupo guerrillero Unión de Patriotas Congoleños (UPC).
La CPI identificó en su decisión a 425 víctimas individuales y calculó el daño económico sufrido por cada una de ellas en 6.700 euros (8.000 dólares). Perrin lamentó que algunos de los niños soldado afectados han preferido no formar parte del proceso de reparación debido a “razones de seguridad”. Por ello, se añadieron casi otros 5,6 millones de euros (6,6 millones de dólares) para compensar el daño sufrido por otras víctimas todavía por identificar.
Lubanga es el responsable de pagar los 8,4 millones de euros pero los jueces consideraron que está en bancarrota, por lo que solicitó al Fondo Fiduciario de Víctimas, un organismo independiente de la CPI, que busque la manera de reunir el dinero. Ese fondo recoge contribuciones voluntarias tanto de los Estados como de entidades no estatales, y los jueces sugirieron a sus responsables contactar con el Gobierno de la República Democrática del Congo para explorar cómo éste podría contribuir al proceso de reparaciones. Los 8,4 millones de euros no irán directamente a las víctimas de forma individual, sino que se destinarán a proyectos médicos, sociales, educacionales y formativos para “reconstruir las vidas de los que fueron niños soldado y reintegrarlos en la sociedad” congoleña, explicó Pieter W.I. de Baan, director ejecutivo del Fondo Fiduciario de Víctimas.
“No es una buena práctica dar indemnizaciones directas a antiguos niños soldado”, añadió De Baan, debido al “riesgo de que caigan en una estigmatización aún mayor” y a que se puede crear “la impresión de que puede ser una buena manera para conseguir ayuda financiera”.
El director del fondo consideró la decisión de la CPI “una victoria para las víctimas” y explicó que las 427 reconocidas por los jueces serán las primeras en recibir las reparaciones colectivas, pero que seguirá buscando a otros niños soldado que aún no han solicitado ser considerados como tal. Lubanga, que se encuentra actualmente en una prisión de la República Democrática del Congo, estará encarcelado hasta 2020 debido a que no ha conseguido ninguna reducción de condena, según fuentes de la CPI.
Las reparaciones establecidas ayer por la CPI son notablemente mayores que las que asignó el pasado marzo a las víctimas de otro criminal de guerra congoleño, Germain Katanga. En esa ocasión, el tribunal cuantificó en unos 3,5 millones de euros los daños producidos por las tropas de Katanga, quien también fue considerado en bancarrota.