Bruselas - Bruselas y Londres siguen nadando en direcciones opuestas en una sexta ronda de negociaciones del Brexit de la que aún no se espera poder avanzar lo suficiente como para entrar de lleno en la siguiente fase, la de la futura relación entre el bloque comunitario y el Reino Unido. Para Bruselas, sigue estando claro que las negociaciones se encuentran en una primera fase, la de la factura del divorcio y los derechos de los ciudadanos, pero Londres quiere apretar el acelerador y centrarse en el segundo capítulo, el de las relaciones futuras, sobre todo las comerciales.
En la cumbre de octubre, los Veintisiete abrieron la puerta a realizar “trabajos preparatorios” para una segunda fase de la negociación si se veían avances, pero el bloque europeo tiene miedo de no haber cerrado convenientemente antes asuntos como los derechos de los trabajadores, que puedan terminar siendo moneda de cambio.
En esa misma línea se pronunció precisamente la Eurocámara, preocupada por que se avance en las negociaciones con Londres en asuntos financieros sin cerrar antes asuntos como qué ocurrirá con los trabajadores comunitarios en el Reino Unido más allá de 2019.
Los Veintisiete han dejado claro desde el inicio de las negociaciones que el plan de Londres, sobre todo en el plano comercial y de mercado interior, no podrá ser en cualquier caso abandonar la UE pero seguir beneficiándose de sus prerrogativas.
En un discurso en Roma este jueves, el representante del lado europeo para el Brexit, Michel Barnier, dijo que “no se aceptará que (los británicos) sigan jugando en el mismo terreno de juego comunitario pero sin las mismas reglas”. - Efe