Praga - El populismo crítico con la Unión Europea tiene muchas opciones de hacerse fuerte en el próximo Gobierno checo tras las elecciones que se celebran entre ayer y hoy y que, según los sondeos, ganará Andrej Babis, un millonario investigado por corrupción que se presenta como un “antisistema”.

Babis es el líder de la populista Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), que en los últimos cuatro años formó Gobierno con los socialdemócratas del CSSD y los democristianos de la KDU y a la que las encuestas colocan ahora como la fuerza más votada, con el 24% de los apoyos.

Babis, que fue cesado el pasado mayo en sus cargos de viceprimer ministro y titular de Finanzas y que está siendo investigado por uso fraudulento de fondos europeos, ha prometido durante la campaña que luchará contra la corrupción que achaca a un sistema clientelista de la política “tradicional”.

El magnate, que es el segundo hombre más rico del país y controla dos importantes diarios y emisoras de radio, se opone a la política de reubicación de refugiados aprobada por la Unión Europea y también a que la República Checa asuma el euro como moneda.

Posturas que son defendidas por casi todas las 31 fuerzas que compiten en estas elecciones, en uno de los países donde el euroescepticismo está cada vez más extendido entre la población.

El rechazo a la llegada de refugiados ha sido compartido así por casi todas las fuerzas, aunque con distinto nivel de xenofobia. - Efe