Berlín - Conservadores, liberales y verdes alemanes se reunieron ayer por primera vez en torno a una misma mesa para tratar de poner en pie una inédita coalición de Gobierno tripartita, conscientes de sus diferencias programáticas y de la necesidad de formar un Ejecutivo estable. Buena disposición pese a las dificultades es el resumen de este primer encuentro exploratorio a tres bandas entre los miembros del bloque conservador que apoya a la canciller alemana, Angela Merkel, (la Unión Cristianodemócrata y la bávara Unión Socialcristiana, CDU/CSU), el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes.

Merkel, presidenta de la CDU, se mostró optimista al llegar a las dependencias parlamentarias donde se celebró el encuentro, directamente de la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en Bruselas, y destacó la “voluntad de acuerdo” de todos los participantes.

La canciller reconoció que “con seguridad habrá una serie de diferencias” entre los partidos, pero subrayó que también hay “voluntad por encontrar puntos en común”. “Por mi parte, hay disposición para reflexionar de forma creativa”, concluyó Merkel.

El líder de los liberales, Christian Lindner, resaltó que, si bien la atmósfera y la disposición de los participantes son buenas, queda el grueso de las diferencias por discutir. “Un Gobierno de estas características puede ser un golpe de suerte para Alemania. Pero los golpes de suerte son poco habituales”, señaló Lindner, quien considera que las posibilidades de éxito de la llamada coalición Jamaica -por los colores negro, amarillo y verde con los que se identifica a los partidos-están en “el 50 %”.

El encuentro, en el que participaron unas 50 personas, se celebró después de que en los últimos dos días tuviesen lugar reuniones bilaterales entre los tres partidos para romper el hielo.

Hoja de ruta En esta primera ronda se acordó la hoja de ruta de las negociaciones, que incluye una docena de categorías temáticas, de impuestos y presupuestos a agricultura y medio ambiente, pasando por Europa, empleo, digitalización, pensiones, comercio exterior, energía, Exteriores y Defensa.

Además, se estableció un calendario de reuniones, por el que los tres partidos volverán a sentarse a negociar el próximo martes (tras la constitución formal del Parlamento), el jueves 26 y el lunes siguiente, 30 de octubre.

Dada la complejidad de las negociaciones y el tradicional detalle de los acuerdos de Gobierno en Alemania, los partidos implicados prevén que la formación de gabinete se pueda postergar hasta principios del próximo año.

Entre los principales escollos destaca la cuestión migratoria, donde los conservadores -especialmente la CSU- aspiran a una cuota anual de refugiados (algo que Los Verdes rechazan) tras considerar que el mal resultado que obtuvieron en las parlamentarias del 24 de septiembre se debió a su giro al centro. Además, quedan otros puntos de previsible fricción entre los partidos, como la agresiva rebaja impositiva que quieren los liberales o el fin del diésel y de las centrales térmicas que propugnan Los Verdes.

Europa también es un asunto controvertido, pues, pese a que todos se consideran proeuropeos, los ecologistas abogan por una mayor integración -en línea con los planes del presidente francés, Emmanuel Macron- mientras el FDP recela de cualquier compromiso comunitario que implique un riesgo financiero para el contribuyente alemán.