Berlín - El candidato socialdemócrata a la Cancillería alemana, Martin Schulz, instó ayer a sus simpatizantes a luchar hasta el último minuto, hasta el cierre de las colegios electorales el domingo, para acabar con el “letargo” de la era Merkel y cerrar el paso a la ultraderecha. En la recta final de la campaña y cuando las encuestas auguran a su partido el peor resultado en unas generales, Schulz citó a sus seguidores en el centro de Berlín para intentar insuflar ánimos y no dar nada por perdido.
“Los próximos cuatro años no deben ser cuatro años de parón y letargo. En los que (la canciller) Angela Merkel gobierne el país como en los últimos años, en los que sólo gestiona el aburrimiento del pasado”, proclamó al inicio de su discurso, entre globos, banderas rojas y pancartas reclamando justicia social.
Schulz llegó a la céntrica plaza de Gendarmenmarkt acompañado de los ministros socialdemócratas que han compartido gobierno con Merkel durante estos cuatro años de gran coalición y quiso dejar claro desde un principio que, si Alemania ha avanzado, ha sido gracias a ellos.
Ellos consiguieron que se aprobara el salario mínimo interprofesional, reducir la edad de jubilación a los 63 años para determinados colectivos y, sobre todo, recalcó, lograron a pesar de la oposición conservadora que se legalizara el matrimonio homosexual.
Pidió por ello a los socialdemócratas que se muestren “orgullosos” y que demuestren que “sí hay diferencias” y desgranó el programa social centrado en la educación, las pensiones y la atención a la dependencia que aplicará si accede a la Cancillería, meta inalcanzable, según todos los expertos.
Él, no obstante, se comprometió a luchar; no por sí mismo, ni para batir a los institutos demoscópicos, dijo, sino por “principios, convicciones y justicia”. En un país en el que no existe jornada de reflexión, llamó a todos sus seguidores a seguir pidiendo el voto, hoy y el domingo hasta las 18.00 horas que se cerrarán las urnas.
dura crítica a la ultraderecha Buena parte de sus ataques tuvieron como objetivo a Merkel y su “política de somníferos”, pero sus palabras más duras estuvieron dirigidas contra el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que puede entrar en el Parlamento como tercera fuerza política. “Se trata de impedir el domingo que un partido del odio entre en el Bundestag. Si AfD entra en el Bundestag entra por primera vez desde 1945 el idioma de los enterradores de la democracia. A esa gente le digo hoy en Berlín: ¡Vosotros sois nuestros enemigos! ¡Nosotros defenderemos la democracia en Alemania!”, clamó. A su vera tenía a Inge Deutschkron, una mujer judía de 95 años que escapó del Holocasuto escondida durante años en Berlín y que ayer se convirtió en símbolo de todas las víctimas del nazismo y de la lucha contra la ultraderecha.- Efe