Ciudad de Mexico - Durante estos días, el director de Juventud del Gobierno Vasco, Ander Añibarro, realiza tareas de “supervisión y contacto” con los distintos proyectos de las ONGs vascas y de los voluntarios que realizan labores de cooperación en México y Guatemala.
En este último país se encontraba cuando se produjo el terremoto de 7,1 grados en México. “Estábamos volando de Guatemala a México y justo cuando íbamos a despegar el avión frenó y nos comunicaron que se había producido un terremoto y que el aeropuerto estaba cerrado, por lo que no podíamos despegar”, afirma Añibarro en declaraciones a este periódico. “Estuvimos esperando y finalmente abrieron el aeropuerto, aún con muchos desperfectos. Así, en el aeropuerto se ven las cañerías”, señala. En su corta estancia en el país centroamericano, el director de Juventud confirma que “hay ciertas zonas de la ciudad que está bastante mal, edificios derruidos, otros muy dañados. Las casas de la gente más humilde son las que peores están. La ciudad está arrasada en ciertas partes. La verdad es que es un panorama terrible”.
Afortunadamente, los ocho jóvenes que componen el grupo de Juventud Vasca Cooperante destinados este verano en México “están perfectamente”. Ander Añibarro contactó con cada uno de los jóvenes, que “han hablado ya con sus familias para comprobar que todos están bien”. “Dos de los cooperantes se encuentran destinados en San Cristóbal de las Casas, en la región de Chiapas, donde se produjo el anterior terremoto, y nos han confirmado que éste no lo han sentido. Los otros seis están en Puerto Escondido, en Oaxaca, que sí están más cerca del epicentro del seísmo. Ellos sí lo han sentido pero nos han dicho que había sido de menor intensidad que el anterior”, conclute el director de Juventud del Gobierno Vasco minutos antes de coger un vuelo para volver a Euskadi.
Asimismo, el lehendakari Iñigo Urkullu expresó ayer su solidaridad a todas las víctimas y personas afectadas por el terremoto. El lehendakari explicó que su Gobierno mantiene en un contacto estrecho con la representación vasca en México, al igual que con su embajada en España, al tiempo que recordó la presencia de empresas y ciudadanos y voluntarios vascos en el país.