Bruselas - El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dio ayer un varapalo a Hungría y Eslovaquia al rechazar los recursos que ambos habían presentado contra la decisión del Consejo de la Unión (los países miembros) de reubicar en dos años a 120.000 solicitantes de asilo desde Grecia e Italia hacia otros Estados miembros.

Los jueces europeos concluyeron que el mecanismo provisional de reubicación ayuda de forma “efectiva y proporcionada” a que Grecia e Italia puedan hacer frente a las consecuencias de la crisis migratoria de 2015, la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Esa medida se acordó sobre la base de la legislación europea, que prevé que si uno o varios Estados miembros se enfrentan a una situación de emergencia por la afluencia repentina de nacionales de terceros países, el Consejo puede adoptar, a propuesta de la Comisión, medidas provisionales para ayudar a los países afectados.

Durante el procedimiento ante el Tribunal, Polonia intervino en apoyo de Eslovaquia y Hungría, mientras que Bélgica, Alemania, Grecia, Francia, Italia, Luxemburgo, Suecia y la Comisión lo hicieron respaldando al Consejo.

Eslovaquia anunció ayer que “respeta plenamente” el veredicto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que rechaza el recurso planteado por este país y por Hungría contra el sistema europeo de reubicación y reparto de refugiados, pero dijo que su política migratoria “no cambia”. “Respetamos plenamente el veredicto de la corte de la UE”, declaró el primer ministro eslovaco, el socialdemócrata Robert Fico, aunque matizó que la postura crítica de su país hacia el reparto de solicitantes de asilo será la misma.

“No aceptamos ni un inmigrante” Más contundente se mostraba el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, que calificaba de “indignante” e “irresponsable” el fallo del Tribunal y que, por ello, su país “no está dispuesto a aceptar ni a un inmigrante”. La Comisión Europea ya había iniciado un procedimiento de infracción contra Hungría, la República Checa y Polonia por no aceptar a refugiados dentro de los planes europeos de reubicación. En Varsovia también había reacción a la sentencia.

El presidente de la República Checa, Milos Zeman, afirmó que preferiría que su país perdiera fondos de la Unión Europea antes que tener que recibir a refugiados.“No debemos dejarnos amenazar. Si las cosas se ponen feas, es siempre mejor renunciar a las dotaciones europeas que dejar entrar a inmigrantes”, aseguró ayer el jefe del Estado checo.

“No son ucranianos, no son vietnamitas, son emigrantes islámicos cuya cultura es distinta de nuestra cultura”, declaró Zeman quien señaló que la llegada de refugiados aumenta el riesgo de ataques terroristas. - Efe