Seúl - Corea del Sur apostó ayer por blindarse militarmente tras el último test nuclear norcoreano con nuevas maniobras disuasorias y con el despliegue de armas más potentes junto a EEUU, mientras la vía del diálogo con Pyongyang parece alejarse. Es más, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que permitirá la venta de “equipo militar altamente sofisticado” a Japón y a Corea del Sur, países vecinos del régimen norcoreano de Kim Jong-un, que ha intensificado sus pruebas armamentísticas.

“Voy a permitir a Japón y a Corea del Sur comprar una cantidad sustancialmente mayor de equipos militares altamente sofisticados de Estados Unidos”, señaló Trump. De acuerdo con la ley de su país para las exportaciones de armas, el presidente debe informar al Congreso 30 días antes de hacer una venta de armas valorada en 14 millones de dólares o más, aunque existen excepciones para agilizar la venta de armamento a Japón.

El sexto y más potente hasta la fecha ensayo atómico de Pyongyang ha suscitado la condena unánime de la comunidad internacional y amenaza también con desencadenar una escalada armamentística en la región, después de que Seúl y su aliado Washington hayan respondido con exhibiciones de poderío militar y advertencias belicistas.

El Ejército surcoreano llevó a cabo ayer por segundo día consecutivo ejercicios militares con fuego real, y planea más maniobras conjuntas con Estados Unidos a lo largo de la semana, que podrían incluir el despliegue de portaaviones de propulsión nuclear en aguas próximas a la península de Corea.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, acordaron “medidas disuasorias efectivas” e “incrementar la presión internacional” sobre el régimen norcoreano, durante la primera conversación telefónica entre ambos tras el ensayo nuclear de hace dos días, informó Seúl. Ambos pactaron que las fuerzas surcoreanas puedan aumentar la carga de munición de sus misiles, hasta ahora limitada por el acuerdo de seguridad bilateral, y contemplaron la “introducción de armas y tecnologías de defensa avanzadas” en Corea del Sur.

El Gobierno surcoreano subrayó que Trump y Moon comparten la postura de imponer “la máxima presión posible” sobre el régimen de Kim Jong-un, a través de un nuevo paquete de sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que incluya el embargo total del petróleo a Pyongyang. La conversación entre ambos tuvo lugar después de un cruce de declaraciones a través de Twitter, en las que Trump reprochó a Moon la política dialogante que ha mantenido con Pyongyang desde que asumió el cargo, a lo que el líder surcoreano respondió que siempre defenderá “la desnuclearización de Corea por la vía pacífica”.

Seúl recalcó ayer que su oferta de diálogo al Norte sigue sobre la mesa, aunque su discurso se ha enfriado tras no recibir ninguna respuesta del país vecino y ante las llamadas a abandonar dicha vía por parte de miembros del Gobierno y de diferentes sectores de la sociedad surcoreana.

Pyongyang amenaza con “regalos” Tampoco Corea del Norte parece estar por la labor de enfriar la tensión y ayer advirtió a Estados Unidos de que recibirá “más paquetes de regalos”, si mantiene sus “provocaciones temerarias” y “presiones” en forma de sanciones contra Pyongyang. “Las recientes medidas de autodefensa de mi país son un paquete de regalo dirigido a nadie más que a Estados Unidos. EEUU recibirá más paquetes de regalos de mi país mientras vierta provocaciones temerarias y mantenga su inútil intento de presionar a Corea del Norte”, afirmó el embajador norcoreano ante la Conferencia de Desarme de la ONU, Han Tae-Song.

Han se declaró orgulloso de decir que “hace solo dos días, el 3 de septiembre, Corea del Norte llevó a cabo con éxito un test de una bomba de hidrógeno para un misil balístico intercontinental, bajo su plan de construir una fuerza nuclear estratégica”. El embajador norcoreano aseguró que de esta forma el régimen de Kim Jong-un está “más cerca de completar una fuerza nuclear estratégica”. Resaltó que todas las medidas militares que adopta Pyongyang constituyen “un ejercicio legítimo y justo en la autodefensa de un Estado soberano para hacer frente a la cada vez mayor amenaza nuclear y la política hostil de aislar y desestabilizar a Corea del Norte, que ya dura una década”.

“En lugar de reconocer a mi país como un Estado y avanzar hacia una coexistencia pacífica, Estados Unidos ha desplegado provocaciones con el fin de efectuar un ataque nuclear preventivo contra mi país”, sostuvo Han. El diplomático rechazó una vez más y “categóricamente” las resoluciones adoptadas en el Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones a Corea del Norte. “La presión o las sanciones jamás funcionarán”, recalcó. - Efe