Moscú - El proyecto de ley con nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia suponen un mazazo para las esperanzas del Kremlin de normalizar sus relaciones con Washington tras la llegada al poder del presidente Donald Trump. No ha llovido mucho desde que los diputados rusos celebraban con champán la victoria electoral de Trump, convencidos de que el republicano aflojaría la política hacia Rusia de su predecesor, Barack Obama, pero no se esperaban que toda la clase política en Washington se uniría en su contra.

Al contrario, los contactos del entorno de Trump con Rusia durante la campaña electoral y el periodo de transición desataron una investigación contra la llamada “trama rusa” que ha reducido al mínimo el campo de maniobra del presidente de Estados Unidos para mejorar las relaciones con el Kremlin. Tanto es así, que el proyecto de ley aprobado ayer por la Cámara de Representantes de Estados Unidos -que según los analistas Trump no se atreverá a vetar para no ser acusado de jugar a favor de Rusia- limita la capacidad del jefe de Estado para levantar las sanciones sin el consentimiento del Congreso.

“Los autores y patrocinadores de este proyecto de ley dan un paso muy serio hacia la destrucción de las posibilidades de normalizar la relaciones con Rusia”, dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, quién advirtió de que la nueva situación “excede todos los marcos del sentido común”. Subrayó además que la iniciativa es una opción consciente de los enemigos de Rusia y afirmó que, desde ahora, Moscú verá como “una fuente de peligro” a Washington. “Dado el apoyo monolítico en la Cámara de Representantes al paquete de sanciones, no habrá normalización. Es más, la degradación de la cooperación bilateral se vuelve inevitable”, dijo Konstantín Kosachev, jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso.

Sin diálogo El senador, uno de los políticos rusos que celebraba como el que más la victoria de Trump, admitió que la postura adoptada por el Congreso de EEUU no da esperanzas de diálogo y que el conflicto se prolongará durante mucho tiempo.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la aprobación de las sanciones es una noticia “muy triste desde el punto de vista de las relaciones ruso-estadounidenses y las perspectivas de su desarrollo, y no menos lamentable desde el punto de vista del derecho internacional y las relaciones comerciales internacionales”. Al mismo tiempo, subrayó que de momento Moscú no va a emitir un juicio sobre la medida “mientras esta sea un proyecto de ley”.

Aprobada de manera abrumadora por la Cámara Baja estadounidense, la iniciativa legislativa, además de aumentar la sanciones contra Rusia, y también contra Irán y Corea del Norte, limita la capacidad del presidente de EEUU, Donald Trump, de levantar estas medidas restrictivas. - Efe