SEÚL. La película, muda, en blanco y negro y de apenas 18 segundos de duración, muestra a siete mujeres de etnia coreana frente a varios soldados estadounidenses y chinos que luchaban contra la ocupación nipona.
Una de las mujeres habla con un soldado chino mientras el resto mira a cámara o al suelo con gesto asustado.
Se cree que las imágenes fueron tomadas en septiembre de 1944 frente a una llamada "estación de confort" (eufemismo para denominar los prostíbulos usados por las tropas imperiales niponas) en la localidad de Sonshan, en la provincia austral china de Yunnan.
La grabación ha sido localizada por investigadores del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Seúl en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.
Se cree que el metraje fue rodado por el sargento estadounidense Edwards C. Fay, autor de unas fotos de esclavas sexuales que vieron la luz en 2000 y que parecen coincidir con lo capturado en la película.
Las fotos, tomadas junto al burdel de Songshan, mostraban a varias mujeres, entre ellas Park Young-shim, que antes de fallecer en 2006 se reconoció en las imágenes, donde aparece embarazada.
Los investigadores creen que los nombres de las mujeres que aparecen en la película seguramente estén en las listas oficiales de mujeres que el Ejército japonés obligó a prostituirse.
Se estima que unas 200.000 mujeres, principalmente en China y la península de Corea, fueron forzadas a prestar servicios sexuales a soldados nipones a partir de los años treinta del siglo pasado y especialmente en el tramo final de la II Guerra Mundial, concluida en 1945.
A día de hoy solo quedan vivas 38 mujeres dentro de la lista oficial que maneja el Gobierno surcoreano.
A final de 2015 Japón, donde buena parte de la clase política aún cuestiona la existencia de las llamadas "mujeres de confort", acordó con la anterior Administración surcoreana aportar 1.000 millones de yenes (unos 7,6 millones de euros) para un fondo de compensación para las víctimas.
Sin embargo, las asociación que agrupa a las supervivientes denunció que no se la tuvo en cuenta en las negociaciones mientras que el nuevo Gobierno del presidente Moon Jae-in, que llegó al poder en mayo, ha indicado que revisará el acuerdo.