En una entrevista a la emisora de radio "RTL", Valls dijo que con la secuencia electoral de esta primavera "paso página. Por coherencia, quiero estar en el centro de esta mayoría (de Macron). Se acaba una parte de mi vida política".

"Acaba una parte de mi vida política. Dejo el Partido Socialista o el Partido Socialista me deja", señaló antes de contar que había entrado en esa formación hace 37 años cuando preguntó a uno de sus dirigentes, Bertrand Delanoe, "si un joven español, porque era español entonces (Valls nació en Barcelona), podía afiliarse, y me dijo que sí".

"Constato con mucha tristeza, con mucha amargura -añadió- en qué se ha convertido el PS. Ahora sólo quiero una cosa, el éxito del quinquenio y el éxito de Francia".

Preguntado sobre dónde se situará en la Asamblea Nacional, que esta tarde celebra el primer pleno de la legislatura, respondió que "en la mayoría" de Macron, y que votará la próxima semana la moción de confianza para el Gobierno del primer ministro, Edouard Philippe.

Consideró "una posibilidad" entrar en el grupo de La República en Marcha, el partido del jefe del Estado, aunque también en el que constituyan los radicales de izquierda, pero a condición de formar parte de la mayoría presidencial.

Valls participó en enero en las primarias socialistas para elegir candidato a las presidenciales, para lo cual dimitió de su puesto de primer ministro un mes antes, pero fue derrotado por Benoît Hamon, de una franja más izquierdista.

Hamon tuvo un resultado históricamente bajo para el PS, ya que quedó eliminado desde la primera vuelta el 23 de abril con sólo un 6,20 % de los sufragios.

Dos semanas después, Valls dijo que "este Partido Socialista (estaba) muerto", que "(debía) superarse" y que él tenía intención de presentarse como candidato a las legislativas en la circunscripción de Evry (a las afueras de París) en la que ha sido diputado ininterrumpidamente desde 2002, pero en el partido de Macron, La República en Marcha.

Valls consideró hoy que el fracaso electoral del PS en las elecciones tiene que ver "en parte" con el hecho de que "la izquierda no asumió la coherencia" de las reformas hechas por los Gobiernos del presidente François Hollande (2012-2017) en los que él participó, primero como ministro del Interior y luego como primer ministro.