Bruselas - La Unión Europea (UE) y China se reivindicaron ayer como firmes defensores del Acuerdo de París, un día después de que Donald Trump anunciara la decisión de retirar a Estados Unidos del pacto contra el cambio climático firmado por 195 países. En la que según el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, fue “la más exitosa, fructífera y prometedora” cumbre bilateral de la historia, Pekín y Bruselas mostraron una unidad que, según el primer ministro chino, Li Keqiang, “será muy útil para un mundo cada día más inestable”.

“Mientras China y la UE se comprometen con las futuras generaciones, EEUU comete un error histórico”, añadió Tusk en un encuentro con la prensa que se retrasó más de tres horas respecto a lo previsto por la buena sintonía y el buen grado de acuerdo, según el líder de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. “La lucha contra el cambio climático, y toda la investigación y progreso que traerá consigo, seguirá avanzando, con o sin Estados Unidos”, dejó claro Tusk, quien señaló que la relación histórica y los lazos con el socio estadounidense “son más duraderos que las últimas y desafortunadas decisiones de la nueva Administración”, en una crítica directa a Donald Trump.

Los mandatarios de China y la UE suscribieron una declaración conjunta en la que garantizan su “más alto compromiso político” con la aplicación del Acuerdo de París, firmado a finales de 2015.

La UE y China ven una oportunidad de mejorar sus economías y hacerlas más competitivas en los esfuerzos necesarios para combatir el cambio climático, frente a la elección de Trump de desmarcar a EEUU de esa revolución.

Las dos partes también pusieron sobre la mesa una serie de iniciativas en las que están dispuestas a colaborar, entre ellas en el sistema de comercio de emisiones (ETS) que, tras el éxito del modelo europeo, China quiere poner en marcha este año. Asimismo, en un guiño al multilateralismo, la UE y China se mostraron convencidos de que la “voluntad política compartida” y “la confianza mutua” son claves para responder a los retos globales.

El comercio fue otro punto clave en las conversaciones, en un momento en que la UE mantiene un número sin precedentes de medidas de defensa comercial contra importaciones desleales de productos de acero, relacionados con los altos niveles de sobrecapacidad industrial y de subsidios en China.

Sin noticias de donald trump Mientras, en Estados Unidos, miembros del gabinete y asesores del presidente, Donald Trump, rechazaron ayer aclarar qué piensa el mandatario sobre el cambio climático, un fenómeno que llegó a negar en el pasado, al defender que no hay que “disculparse” por nada ni ante nadie por el adiós al Acuerdo de París.

En la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, el jefe de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés) de Estados Unidos, Scott Pruitt, conocido por su escepticismo sobre el calentamiento global, defendió con vehemencia la “muy valiente” decisión de Trump de sacar al país del Acuerdo climático de París, anunciada este jueves.

Ante la pregunta, repetida de distintas maneras y por varios periodistas, sobre si Trump sigue creyendo que el cambio climático “es un engaño”, como afirmó en el pasado, Pruitt se limitó a decir que las deliberaciones del mandatario sobre el abandono de París se centraron en si ese pacto es “bueno o no” para Estados Unidos. Otros miembros del gabinete, entre ellos la secretaria de Educación, Betsy DeVos, también eludieron ayer comentar los efectos de la actividad humana en el calentamiento global y qué opina Trump, al igual que asesores como la consejera presidencial Kellyanne Conway o el economista jefe de la Casa Blanca, Gary Cohn.

Por otro lado, Pruitt enfatizó que, como país, Estados Unidos no tiene que “disculparse” por nada ni ante nadie por querer dejar el Acuerdo de París, firmado a finales de 2015 por casi 200 naciones.

Solo palabras A juicio del jefe de la EPA, el pacto climático es solo “un montón de palabras” que representan “poco beneficio” para el medioambiente a nivel global y, a la vez, sitúan en una posición de “desventaja” a Estados Unidos y su economía.

Además, Pruitt aseguró que salir de París no significa una “desvinculación” por parte de Estados Unidos de la protección del medioambiente, al recordar que el objetivo de Trump es renegociar para lograr un acuerdo más “justo” o buscar un nuevo pacto climático.

No obstante, los gobiernos de Alemania, Francia e Italia ya han advertido a Trump, en un comunicado conjunto, de que no hay nada que renegociar. En esa misma línea y en un intento de rebajar las críticas a la decisión de Trump, su secretario de Estado, Rex Tillerson, aseguró ayer que Estados Unidos seguirá reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero pese a la retirada del Acuerdo de París.

“Creo que es importante que todo el mundo reconozca que Estados Unidos tiene un historial fantástico en lo que se refiere a la reducción de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Tillerson en declaraciones a los periodistas. - Efe