París - Emmanuel Macron y Marine Le Pen se enfrentaron ayer en el único debate a dos antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebran el domingo. Con unas encuestas que reflejan un debilitamiento del candidato socioliberal al Elíseo, aunque mantiene una cómoda distancia sobre su rival ultraderechista -con porcentajes respectivos del 59% y del 41% de las intenciones de voto-, ambos candidatos mantuvieron un agrio cara a cara.
Un debate en el que ambos se esforzaron en presentarse como los genuinos representantes del cambio. “Yo represento el cambio profundo, la alternancia, la ruptura”, dijo Emmanuel Macron mientras que Marine Le Pen le llamaba Emmanuel Hollande. “¿No fue François Fillon quien hizo campaña contra Emmanuel Hollande. Los franceses no son tontos. No les importan las consignas de voto y el domingo votarán por convicción. Han entendido que yo soy la única que representa el auténtico cambio”, señaló la candidata ultraderechista.
El debate televisivo comenzó con duros ataques de Marine Le Pen sobre su rival, el socioliberal Emmanuel Macron, al que también llamó “candidato de las finanzas” y quien le contestó que ella carece de programa para el país y encarna la derrota.
“Usted es el candidato de las finanzas, de la uberización, de la globalización salvaje”, espetó de entrada Le Pen, que acusó a su rival de ser “el candidato de la continuidad” del mandato del actual presidente, el soialista François Hollande.
La líder de la extrema derecha se presentó como “la candidata del pueblo, de su cultura, su civilización, su unidad, de la nación que protege a los ciudadanos y las fronteras frente a la globalización y el islamismo”.
Le Pen se refirió a su rival como “ministro”, para marcar que Macron fue el titular de Economía de Hollande entre 2014 y 2016, tras haber sido su asesor en el Elíseo.
El candidato socioliberal, por su parte, se defendió poniendo de manifiesto la falta de “finura” de Le Pen y su ausencia de deseo de buscar “un debate democrático”.
“Usted es la auténtica heredera, de un apellido, de un partido, de un sistema que prospera en el enfado de los franceses. Desde hace 40 años tenemos a los Le Pen candidatos a la elección”, dijo Macron.
El socioliberal aseguró que Le Pen no tiene un programa para conducir Francia y que “se asienta en las mentiras”. “Usted continúe con sus insultos, yo creo que la cuestión es saber si los franceses quieren el espíritu de derrota que usted encarna (...) o el de conquista que siempre ha dado triunfos a los franceses”, indicó.
Le Pen insistió en que “yo no miento a los franceses, usted miente de forma permanente”, repitiendo lo que dice una y otra vez en campaña, a lo que Macron cortó replicando que “usted dice muchas tonterías”.
La candidata de la extrema derecha -que el lunes plagió párrafos enteros de François Fillon de forma deliberada para atraerlos en la segunda vuelta- se dirigió en particular a los votantes conservadores, a quienes recordó que “en el pasado atacaron con dureza” a su adversario en la segunda vuelta del próximo domingo, el socioliberal Emmanuel Macron.
Sarkozy y Hollande Macron, por su parte, consideró que hay “una ingratitud de una parte del pueblo francés” con los dos últimos presidentes, el conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande, aunque reconoció que el primero “no prosiguió su impulso reformista” y el segundo “no actuó lo suficientemente rápido y se enmarañó en los problemas de una Europa que estaba detenida”. “Creo que ninguno de los dos merecían el gran rechazo que les ha dado el pueblo francés. Los franceses son (...) monárquicos regicidas. Adoran elegir a su rey para apartarlo rápidamente”, opinó. Para que a él no le suceda lo mismo, en caso de que logre la victoria, Macron apostó por “romper con el estilo” de gobernar.
El candidato reiteró su intención de reformar por decreto el mercado laboral, el seguro de desempleo y la formación profesional para “construir un sistema más justo”. Aseguró que no teme grandes manifestaciones contra esos proyectos porque forman parte de su programa desde el principio y que “el pueblo reacciona y se paraliza solo cuando el presidente le traiciona o no explica las cosas”.
Por contra, Le Pen se mostró convencida de que su “visión de Francia es mayoritaria en el país” y acusó a su rival de ser el heredero de las políticas del actual presidente, François Hollande, de fomentar “una inmigración masiva” y no afrontar “el fundamentalismo islamista”. - DNA/Efe