Viena/Ankara - Hasta 2,5 millones de los votos emitidos en el referéndum constitucional de Turquía el pasado domingo pudieron haber sido manipulados, algo que, de ser revisado, podría cambiar el ajustado resultado a favor del sí, advirtió ayer la austríaca Alev Korun, observadora electoral de la misión del Consejo de Europa. “Hay sospecha de que hasta 2,5 millones de votos pudieron ser manipulados”, dijo Korun a la radio pública austríaca ORF. Sus declaraciones coinciden con la denuncia de la oposición turca, que ya el domingo, tras le cierre de los colegios electorales, había prometido impugnar al menos 2,5 millones de votos que considera sospechosos porque no tenían el sello de la mesa electoral.
La oposición acusa a la Junta Suprema Electoral de no haber cumplido con la ley al aceptar como válidas esas papeletas. Dado que el sí ganó con una diferencia de 1,25 millones de votos, la impugnación podría dar un vuelco al resultado, pero el citado ente electoral ha rechazado las acusaciones y asegura que la validación de las papeletas sin sellos ya se hizo en el pasado. Korun, portavoz del opositor partido austríaco Los Verdes, reconoció que existen pocas posibilidades de que la impugnación salga adelante.
La política austríaca, que se trasladó a Turquía en misión conjunta de observación electoral de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y de la Asamblea Parlamentaria el Consejo de Europa, indicó que ella misma no fue testigo de irregularidades durante la votación. No obstante, sí tiene información de que en las regiones donde se concentra la importante minoría kurda se obstaculizó el trabajo de algunos observadores. Concretamente, afirmó que a dos de sus colegas la Policía turca les impidió entrar en los colegios electorales en la ciudad de Diyarbakir.
Por otro lado, en las redes sociales circulan vídeos que evidenciarían que algunas personas han votado más de una vez, destacó Korun, si bien reconoció que este hecho no está probado. En su informe preliminar, presentado el lunes en rueda de prensa en Ankara, los observadores internacionales dijeron que el referéndum no cumplió con los estándares democráticos, debido sobre todo a la falta de igualdad de oportunidades en la campaña, donde dominó claramente el oficialista sí.
Respecto a la denuncia de la oposición, la jefa de la misión de la OSCE, Tana de Zulueta, consideró que la decisión de la Junta Suprema Electoral de validar las papeletas sin sellos, “sí ha socavado una importante medida de protección y está en contradicción con la ley”.
No obstante, recordó que el mandato de la misión internacional, integrada por 63 observadores de veintiséis países, no incluye juzgar “cuál podría haber sido el resultado sin los defectos observados”. La misión permanecerá en Turquía hasta el sábado y emitirá un informe final dentro de diez u once días.
solicitud de anulación Por su parte, el principal partido de la oposición turca, el socialdemócrata CHP, pidió ayer formalmente la anulación y repetición del referéndum por el que el domingo se otorgó al presidente del país todo el poder ejecutivo, al considerar que hubo irregularidades en el recuento de los votos. “Esta elección no es válida, no es legítima. Para acabar con esta ilegalidad solicitamos a la Junta Suprema Electoral (YSK) que anule el referéndum”, declaró el vicepresidente del CHP, Bülent Tezcan, tras formalizar la petición de impugnación.
El dirigente socialdemócrata insistió en que la solicitud de impugnación se argumenta en que se escrutaron como válidos cientos de miles de votos que no contaban con el obligatorio sello de las respectivas mesas electorales. “La YSK no accedió a eliminar las papeletas no selladas. No fueron separadas y todos los sobres, los sellados y los no sellados, fueron metidos en bolsas y contados”, explicó Tezcan, al tiempo que añadió que ahora es imposible separarlos. - Efe