Bilbao - El vínculo comercial entre Reino Unido y Euskadi viene de lejos. Prueba de ello es que ya en 1474 Eduardo IV permitió a los mercaderes de las costas vascas comerciar libremente con el sureste de Inglaterra, licencia que fue rubricada en Gernika. Hoy, aun con el Brexit -la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE)- de por medio, Euskadi continúa siendo importante económicamente para Reino Unido. Al menos, así lo expresó ayer Derek Doyle, cónsul británico en Bilbao, durante su conferencia Relaciones futuras con el Reino Unido: oportunidades y retos dentro del foro de la Asociación de directivos y profesionales de Euskadi (ADYPE): “El Brexit está ahí, pero también las oportunidades de negocio”.
Doyle lleva más de 40 años residiendo en Euskadi, 12 de los cuales al frente del consulado británico en Bilbao. Según declaró ayer, una de sus prioridades es destacar Euskadi como el mejor destino de Reino Unido para hacer negocios. “Euskadi y el Reino Unido tienen en común una relación fundamental”. Como dato, destacó que el Reino Unido es el principal destino de la inversión española en el exterior. “Por eso hay un consulado en Bilbao y también por eso ahora el Gobierno Vasco, a través del SPRI, tiene una oficina en Londres”.
Para que esta relación comercial continúe, Doyle indicó la importancia del adecuado devenir del Brexit. Por la parte británica, el cónsul destacó que el ánimo de la primera ministra Theresa May es conseguir una relación “profunda y especial” con la UE. “Queremos ser el amigo y vecino más cercano de la UE, pero una vez que hayamos salido de ella”. Asimismo, Doyle también compartió su creencia de que el Brexit no solo beneficiará a las empresas de Reino Unido, sino también a las europeas y a las del mundo en general. “Pero para ello, es necesario transmitir toda la certidumbre posible y con la mayor celeridad posible”.
La clave, para Doyle, es “entablar negociaciones respetuosas y constructivas y con un ánimo de cooperación sincera”. Esto implica escuchar las necesidades y deseos de la sociedad británica y de la sociedad europea, pero también luchar por un mercado libre. “Un mercado libre significa empleo, mientras que unas políticas proteccionistas significan desempleo y esto no beneficia ni a Reino Unido ni a la UE”. Precisamente, el mayor riesgo del Brexit, en opinión de Doyle, es que Reino Unido y la UE pierdan relación.
“Si nos alejamos de la incertidumbre, se mantendrán los principios fundamentales que hacen al Reino Unido un lugar sobresaliente para hacer negocios”. Estas posibilidades para hacer negocio, en el caso de Euskadi, estarían vinculadas con algunos de los sectores y proyectos económicos más importantes de Reino Unido que, actualmente están moviendo millones de euros. Los principales: la automoción, el sector energético, las ciencias de la salud y la modernización del sistema ferroviario. “Las oportunidades están ahí, lo que tienen que hacer las empresas vascas que quieran quedarse con parte del pastel es moverse”.
Principal incertidumbre Por otro lado, Doyle también tuvo palabras sobre la situación en la que se encontrarán los 290.000 británicos residentes en el Estado español y los 200.000 españoles que viven en el Reino Unido. “Es uno de los puntos prioritarios a aclarar, ya que es una de las grandes incertidumbres, pero no creo que se vayan a levantar barreras, porque no interesa a nadie”.
En cuanto a Escocia, Doyle no quiso abundar en la posibilidad de un nuevo referéndum, aunque sí indicó que si el territorio sale de Reino Unido tendrá que esperar a la cola para entrar en la UE, algo que le llevaría tiempo y que, además, no es una apuesta segura. “Hay un miembro de la UE que no reconoce a Escocia como posible país soberano, pero no voy a decir cuál es”. Para que un país entre en la UE, todos sus miembros han de ratificarlo.
El Brexit está a la vuelta de la esquina, pero el mercado encontrará su equilibrio. Con esta idea en mente, Doyle expresó su confianza en que según vayan progresando las negociaciones los intereses de ambas partes prevalecerán hasta conseguir un acuerdo “constructivo y amable”. “La relación en 2020 entre Reino Unido y la UE será mejor que ahora”, auguró. Parafraseando las palabras que May envió la semana pasada al presidente del Consejo Europeo de la UE, Donald Tusk: “La tarea que tenemos por delante es trascendental, pero no debería estar fuera de nuestro alcance”.