Ankara - El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, señaló ayer en Ankara que el pueblo de Siria deberá decidir sobre el futuro del presidente Bashar Al Asad. “La posición a largo plazo del presidente Asad será decidida por el pueblo de Siria”, dijo Tillerson en una rueda de prensa junto a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu.
Además, el jefe de la diplomacia norteamericana anunció que Washington seguirá colaborando con el ejército de Turquía para garantizar la seguridad en las áreas de Siria liberadas del control de uno de los grupos terroristas que operan en Siria, el Estado Islámico (EI).
“Estamos considerando la mejor manera de garantizar la seguridad en las áreas liberadas del EI para que pueda regresar allí la gente que ha tenido que huir de Siria”, explicó Tillerson, quien se reunió ayer con la cúpula del Gobierno y del Estado turco, incluido el presidente, Recep Tayyip Erdogan.
En la misma rueda de prensa, Çavusoglu reprochó a Washington su continuo apoyo a las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG) cuando “las instituciones en EEUU, incluido el Ejército, reconocen que no hay diferencia entre las YPG y el PKK”. El proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) es la guerrilla kurda de Turquía que también Washington considera terrorista. “El apoyo a una organización terrorista nos entristece e influye negativamente en nuestros sentimientos. Esperamos una mejor colaboración en este punto con el nuevo Gobierno. Podemos luchar juntos contra el EI”, dijo el diplomático.
“En Washington se han reunido 68 países en un encuentro con Tillerson y luego está la OTAN. Si 68 países y la OTAN no pueden derrotar a una organización terrorista que tiene entre 10.000 y 20.000 hombres, y necesitamos otra organización terrorista, algo está fallando”, señaló Çavusoglu.
Tillerson, sin embargo, no evaluó este punto y se limitó a reiterar que su país colaborará con Turquía en las áreas ya liberadas. El funcionario estadounidense tampoco se pronunció sobre los supuestos planes de avanzar hacia Al Raqa, la “capital” del EI en Siria, con el fin de liberarla de los yihadistas. - Efe