Bruselas - Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) apoyaron ayer la idea de impulsar las devoluciones de los inmigrantes que no tienen derecho a solicitar el asilo, ante el temor a que las llegadas al territorio comunitario se disparen en las próximas semanas con el buen tiempo. El asunto se debatió en un consejo de ministros de Interior, donde se habló de un plan “renovado” y unas recomendaciones presentadas a principios de marzo por la Comisión Europea para acelerar los retornos. El ministro de Interior de Malta, cuyo país preside el Consejo de la UE este semestre, dijo en una rueda de prensa al término de la reunión que los Estados miembros apoyan aumentar esas readmisiones mediante acuerdos con los países de origen y adaptando sus normas internas para facilitar las devoluciones. “Estamos de acuerdo en que necesitamos una política de retorno más efectiva”, dijo el ministro maltés, Carmelo Abela, quien añadió que las discusiones se centraron en el aspecto “externo”, es decir, en la necesidad de trabajar con terceros países, y en el interno, para “asegurar que nuestros procedimientos y sistemas ayudan a efectuar los retornos”.
Por su parte, el comisario europeo de Interior, Dimitris Avramópulos, dijo que la UE ya colabora con terceros países con ese objetivo y que han empezado las repatriaciones, aunque admitió que todavía no se está “al nivel deseado”. La ruta central del Mediterráneo es en la actualidad la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares en la UE, con 181.000 llegadas a territorio europeo en 2016, en su mayoría a través de Italia. Cerca del 90% de esos inmigrantes, que en su mayoría huyen del hambre y la desesperación, sin derecho al asilo, salieron desde Libia, donde la inestable situación política y económica favorece la actuación de las mafias de traficantes. Por otra parte, los ministros pasaron ayer revista a los progresos en la reforma del sistema de asilo común, sobre la base de un informe elaborado por la presidencia de turno de la UE, que ejerce Malta. El ministro maltés explicó que su país confía en poder cerrar de aquí a junio el mayor número de elementos de esa reforma, que incluye en particular la regulación de Dublín, que establece las reglas de reparto de los demandantes de asilo en la Unión.
El objetivo es modernizar la normativa vigente, para mejorar la capacidad de respuesta frente a una fuerte presión migratoria y un reparto justo de la responsabilidad entre países, frenando a la vez los abusos e impidiendo los movimientos secundarios en la Unión.
De momento, los países siguen discrepando sobre la manera en que cada uno debe participar en los esfuerzos para gestionar los flujos de solicitantes de asilo y llevan meses discutiendo cómo interpretar el concepto de “solidaridad”.
No obstante Austria, propuso ayer la salida de su país del acuerdo de reubicación de refugiados ya que, a su juicio, Austria ha acogido ya a suficientes. - Efe