Londres - El Gobierno británico busca desde ayer “dar la vuelta” a la primera derrota sufrida en la tramitación de su ley del Brexit (salida del Reino Unido de la UE), después de que la Cámara de los Lores aprobara una enmienda para garantizar los derechos de los comunitarios. El proyecto de ley tendrá que regresar a los Comunes tras haberse pronunciado el miércoles la Cámara Alta británica a favor de introducir un cambio para proteger la situación legal de los europeos que residen en el Reino Unido, después de que el país se desligue de Bruselas.
El Gobierno acogió el desenlace con “decepción”, al tiempo que fuentes oficiales citadas ayer por varios medios locales aseguraban que la intención ahora del Ejecutivo será “revocar” esa derrota y lograr que los Comunes eliminen el texto añadido. Un portavoz del número 10 de Downing Street -residencia de la primera ministra, Theresa May- insistió ayer en que la líder conservadora “ha dejado clara su intención de que ese proyecto de ley se apruebe sin enmiendas”. La decisión de los Lores -cuyos miembros no son elegidos en las urnas-, por una mayoría de más de 100 votos, obliga al Gobierno a adentrarse en un proceso de ping-pong entre ambas Cámaras, es decir, el intercambio de la ley de una a otra. Al mismo tiempo, el resultado puede retrasar el calendario de May, que pretende activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa -para iniciar formalmente este divorcio- a finales de mes.
Las fuentes oficiales afirman que si bien se toman “muy en serio” la situación de los comunitarios frente al próximo escenario post-Brexit, su objetivo es aprobar “una ley directa y simple”, en declaraciones divulgadas por The Guardian y la BBC. “La intención es buscar la revocación (de la enmienda) en la Cámara de los Comunes”, confirmaron.
También el líder conservador en los Comunes, David Lidington, anticipó ayer en una sesión parlamentaria que el Ejecutivo “combatirá” cualquier cambio que pueda “complicar su tarea negociadora”. “Retornaremos al proyecto de ley de la UE lo más rápidamente posible después de que los Lores terminen de debatirlo y le den la tercera lectura”, lo que se prevé que suceda la semana próxima, apuntó. Por su parte, el portavoz de Finanzas del opositor Partido Laborista, John McDonnell, destacó ayer en un discurso en Londres la “contribución” de los inmigrantes comunitarios a los servicios públicos y la economía británica y urgió al Ejecutivo a “dar garantías inmediatas para proteger sus derechos”.
La votación en los Lores asestó el primer revés significativo para May durante la tramitación de esa ley, que recibió el pasado mes el visto bueno en los Comunes con una holgada mayoría. La cuestionada enmienda urge a Londres a garantizar que los ciudadanos del Espacio Económico Europeo (EEE) y la Unión Europa (UE) que ya residen en este país, así como “los miembros de su familia”, serán “tratados de la misma forma en cuanto a sus derechos como comunitarios” tras el Brexit. Por esas modificaciones, ese proyecto de ley debe ahora regresar a los Comunes, donde la mayoría tory (conservadora) podría anular el anexo aprobado por los Lores, un proceso que impedirá que el texto se apruebe con la urgencia que esperaba May.
confían en una rebelión ‘tory’ En declaraciones ayer a la emisora británica BBC Radio, la independiente baronesa Molly Meacher no descartaba que la enmienda pueda ser respaldada también en la Cámara Baja. La baronesa recordó que hay 30 diputados conservadores que dicen “que votarán a favor de la enmienda” y expresó su confianza en que ésta prospere “en base a la moralidad y los principios”.
El tema de cómo quedará la situación legal de los más de tres millones de comunitarios que residen en el Reino Unido ha sido uno de los asuntos que más preocupación ha suscitado desde que el referendo del 23 de junio se saldara con el triunfo del Brexit. Presionada desde distintos sectores, May ha insistido en los últimos meses que resolver esa cuestión es un tema prioritario en su agenda, siempre y cuando los otros 27 miembros del bloque den garantías a los 900.000 británicos que viven actualmente en territorio de la Unión Europea. El proyecto de ley del Brexit tiene ahora que atravesar otras dos etapas en la Cámara de los Lores ante de volver a los Comunes y, si estos aprueban algún cambio, el texto regresaría, una vez más, a la primera.