ISLAMABAD. La explosión se produjo sobre las 18.00 hora local (13.00 GMT) cerca de la sede de la Asamblea Legislativa de la provincia del Punyab, de la que es capital Lahore, cuando tenía lugar una protesta contra la reforma de la Ley de Fármacos, dijo una fuente de la Policía local que pidió el anonimato.
Según el último balance ofrecido por el portavoz de los servicios de rescate de Lahore, Jam Sajjad Hussain, el ataque acabó con la vida de diez personas y causó heridas a 69, que han sido trasladadas a hospitales de la zona.
La fuente dio por terminadas las operaciones de rescate en la zona, en las que participaron cerca de un centenar de efectivos y una treintena de vehículos de emergencias.
Entre las víctimas mortales se encuentran al menos dos altos mandos policiales, incluido el jefe de Operaciones de la Policía de Lahore, según un comunicado del primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif.
En la nota, el dirigente condenó la acción, que calificó de "acto cobarde" y pidió a las autoridades regionales que ofrezcan ayuda a los heridos por la explosión.
"No pararemos hasta que podamos llamarnos a nosotros mismos un pueblo libre y seguro", prometió el mandatario.
Pakistán lanzó en junio de 2014 una operación militar en las zonas tribales que ha conllevado una reducción significativa de las acciones insurgentes, en un operativo que ha causado la muerte de 3.500 supuestos terroristas, según datos del Ejército.
A pesar de la mejora en la seguridad, continúan produciéndose ataques de envergadura, como la matanza de 72 abogados en un hospital de Quetta (oeste del país) en agosto pasado y la muerte de 62 cadetes en una academia policial de esa misma ciudad en octubre.
A pesar de ser una de las zonas más seguras del país, Lahore ya fue escenario de uno de esos ataques en marzo de 2016, cuando 72 personas murieron y 359 resultaron heridas en un acto suicida reivindicado por el Jamaat-ul-Ahrar (JuA), escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP).