El Cairo - La mayoría de las regiones controladas por la oposición armada vivieron ayer una jornada de calma tras la entrada en vigor de la tregua entre el régimen sirio y los grupos rebeldes, a pesar de algunas violaciones al alto el fuego. “La mayoría de las zonas del país están en calma”, aseguró ayer la ONG Observatorio Sirio de los Derechos humanos en un comunicado, en el que también dio cuenta de una violación del alto el fuego por parte de los rebeldes en la provincia de Deraa y de varias de las fuerzas progubernamentales en Damasco, Hama e Idleb.

Su director, Rami Abdelrahman, dijo que se está respetando el cese de hostilidades en un 90% de las zonas incluidas en la tregua, que arrancó a las 23.00 horas del pasado jueves. La ONG que dirige registró violaciones por parte de los rebeldes en la provincia meridional de Deraa y por parte del régimen en las provincias de Damasco, Hama e Idleb. En la población de mayoría cristiana de Jabab, en el norte de Deraa, y bajo control de las autoridades, varias personas resultaron heridas por el impacto de proyectiles de morteros lanzados por grupos rebeldes. En un comunicado, el Observatorio indicó que una de la víctimas se encuentra en estado grave. Asimismo, informó de bombardeos del Ejército sirio contra zonas del norte de la provincia de Hama y del sur de la región de Alepo, además de en el valle del río Barada, en la provincia de Damasco. Una denuncias sobre las que las autoridades de Damasco no se han pronunciado. Según la ONG, en la zona rebelde de Guta Oriental, en las afueras de Damasco, se registró la primera muerte de un civil tras el comienzo del alto el fuego. El Observatorio indicó que un hombre falleció por los disparos de un francotirador. El alto el fuego, auspiciado por Rusia y Turquía, fue aceptado tanto por el Ejército sirio como por los rebeldes y los grupos de la oposición. Su objetivo es allanar el camino para una nueva ronda de negociaciones prevista para finales de enero en Astaná, capital de Kazajistán. - Efe