París - Los países occidentales y árabes que apoyan a la oposición siria reclamaron ayer al régimen de Bachar al Asad y a Rusia que permitan la salida “con garantías de seguridad” de los civiles y de los combatientes rebeldes que deseen abandonar la ciudad de Alepo. “Es vital que los civiles puedan dejar Alepo si lo desean, y no sean tomados como escudos humanos”, alertó el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que pidió que se evite “la destrucción absoluta” de la ciudad, cuya parte antigua es Patrimonio de la Humanidad desde 1986.
Kerry se reunió en París con sus homólogos de la diplomacia francesa, Jean-Marc Ayrault, alemana, Frank-Walter Steinmeier, británica, Boris Johnson, o catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Zani, entre otros. También participó, pero solo en una parte del encuentro, el coordinador de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN) siria, Riad Hiyab, quien transmitió a los países aliados su disposición a volver a la mesa de conversaciones con el régimen “sin condiciones previas”.
La intervención de Kerry ante la prensa tras la reunión, junto a sus colegas francés, alemán y catarí, estuvo dominada por un tono sombrío y por la certidumbre de que Alepo caerá tarde o temprano en manos de las fuerzas del presidente Bachar al Asad. Sin embargo, el estadounidense advirtió, al igual que el resto de los ministros, de que el fin de los combates en la mayor ciudad del norte de Siria “no será el fin de la guerra”. “No es un secreto que (la caída de Alepo) era el objetivo de Al Asad y de Rusia, pero todos sabemos que si eso sucede no será el fin de la guerra. De hecho, podría crear más yihadistas y más gente dispuesta a tomarse la venganza”, alertó.
El EI irrumpe en Palmira Por otra parte, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) irrumpió ayer en la ciudad monumental de Palmira, más de ocho meses después de que fuera expulsado de ella por el Ejército sirio, mientras es hostigado en el norte del país por rebeldes apoyados por Turquía y las milicias kurdas. Los yihadistas avanzaron por los alrededores del hospital de Palmira, en el extrarradio noroccidental de la urbe, después de controlar el distrito Al Ameriya, en el norte, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Además, se hicieron con el dominio del monte Al Tar, próximo a la ciudadela antigua de la localidad, ubicada en las afueras, que fue objetivo del lanzamiento de cohetes y los disparos de armas automáticas de los extremistas.
La Coordinadora de la Revolución en la Ciudad de Palmira, integrada por activistas, confirmó estas informaciones y señaló que los radicales tienen en su poder barrios del norte y el oeste de la población.
No obstante, una fuente militar siria destacada en esa región dijo que “la batalla es intensa” y que se centra en los alrededores de Palmira, en concreto en la zona de los silos, al este de la ciudad. El jueves, el EI lanzó una ofensiva en Palmira y otras partes del este de Homs, en la que se hicieron con el dominio de varias áreas. - Efe