FARMVILLE. Ambos aspirantes a la vicepresidencia de Estados Unidos se enfrascaron en un cara a cara tenso, donde se intercambiaron los roles de sus cabezas de cartel.

Fue Kaine el que desplegó un carácter más agresivo, mientras que Pence utilizó más la calma para compensar los exabruptos a los que Trump tiene acostumbrada a la audiencia.

El debate, que estaba dividido en nueve segmentos de diez minutos cada uno, acabó protagonizado por la política exterior, donde las relaciones del magnate con Rusia y el papel de Hillary Clinton al frente de la diplomacia estadounidense ocuparon gran parte de la agenda.

Nada más empezar el encuentro, el gobernador de Indiana afirmó que "Irak ha sido invadido por el Estado Islámico (EI) porque Hillary Clinton no logró renegociar" la presencia de las fuerzas estadounidenses en ese país cuando era secretaria de Estado (2009-2013).

Pence acusó a Clinton de ser parte de un gobierno de Barack Obama que ha dejado que "el mundo esté fuera de control" a lo largo de los casi ocho años que ha estado en la Casa Blanca.

"En la estela de la etapa de Hillary Clinton como secretaria de Estado, donde fue la arquitecta de la política exterior del gobierno de Obama, vemos zonas enteras del mundo, en particular la región de Oriente Medio, literalmente, fuera de control", dijo.

"La situación que estamos viendo ahora en Siria es el resultado de la fracasada política exterior y la política exterior débil que Hillary Clinton ayudó a crear y conducir en esta administración", aseveró el republicano.

Pero Pence prosiguió con el conflicto entre Rusia y Ucrania, dándole munición a Kaine para contraatacar con las afinidades que Trump ha hecho públicas respecto del presidente ruso, Vladímir Putin.

"Ustedes aman Rusia. Ambos han dicho que Vladímir Putin es mejor líder que el presidente (Barack Obama)", interrumpió el senador demócrata.

En una intervención posterior Kaine reiteró que tanto Trump como Pence "han alabado una y otra vez a Vladimir Putin", y aseguró que "está claro" que el magnate "tiene relaciones comerciales con los oligarcas rusos que están muy conectados" con él.

"El equipo de campaña de Trump tuvo que ser despedido hace un mes o así a causa de esas conexiones sombrías con las fuerzas pro-Putin.(...) Vladimir Putin ha hundido su economía, persigue a la gente LGBT y a los periodistas. Si usted no sabe la diferencia entre dictadura y liderazgo, entonces tiene que ir de nuevo a una clase de educación cívica de quinto grado", ironizó el legislador.

Preguntados por sus planteamientos sobre los refugiados sirios, Pence explicó que su propuesta es "suspender el programa" para admitirlos en el país, así como prohibir la inmigración "desde las zonas del mundo que están vinculadas con el terrorismo".

"Desde luego tenemos diferentes puntos de vista sobre los temas de refugiados e inmigración. Hillary y yo queremos hacer aplicar la ley sobre la base de aquellas personas que son peligrosas. Estos chicos dicen que todos los mexicanos son malos", recordó Kaine sobre las afirmaciones de Trump contra ellos, acusándolos de violadores y criminales sin excepción.

"Eso es absolutamente falso", trató de replicar Pence, quien con ese asunto, que Kaine sacó a la luz varias veces a lo largo del cara a cara, terminó por perder los papeles minusvalorando el asunto con un: "Ya estás otra vez con la cosa esa mexicana".

Kaine echó mano de hemeroteca para recordar la polémica retórica de Trump, que Pence defendió tratando de argumentar que la verdadera campaña basada en insultos en este ciclo electoral es la protagonizada por los demócratas.

"Bueno, permítanme decir en primer lugar que, senador, usted y Hillary Clinton saben mucho acerca de una campaña impulsada por el insulto. Es realmente notable", reiteró en varias ocasiones el gobernador.

"Si Donald Trump hubiera dicho todas las cosas que dicen que ha dicho, y las hubiera dicho en la forma en que dicen que las dijo, no sería ni una fracción de los insultos que Hillary Clinton propinó cuando dijo que la mitad de nuestros seguidores son deplorables. Dijo que eran incorregibles, que no eran estadounidenses", aseguró el republicano.

No obstante, el tono menos abrupto de Pence y su estrategia de no tratar de justificar las afirmaciones de Trump, sino abordar los temas desde otra perspectiva, ha hecho que la mayoría de los analistas y encuestas de los grandes medios estadounidenses le hayan dado como ganador, aunque por un estrecho margen.