Brasilia - El abogado José Eduardo Cardozo, que defiende a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en el juicio que la puede desalojar del cargo, dijo ayer, en vísperas de que se dicte sentencia, que la gobernante “es víctima de una elite política y económica”. Cardozo declaró ante el pleno del Senado durante la audiencia previa a la decisión prevista para hoy, en la que quedará sellada la suerte de la presidenta, y volvió a rechazar todos los cargos, que calificó de “meros pretextos” para “desalojar a una persona honesta que incomoda a la élite” política y económica del país. La presidenta, suspendida de sus funciones desde que se abrió el proceso, el pasado 12 de mayo, responde por la emisión de tres decretos que alteraron los presupuestos sin la venia del Congreso y atrasos en depósitos en la banca pública que generaron costosos intereses y se configuraron como créditos, según la acusación.

En un encendido discurso, Cardozo sostuvo que las acusaciones “son tan técnicas, tan sofisticadas y tan confusas, que la enorme mayoría de los brasileños no entiende de qué la acusan”, y apuntó que Rousseff es “víctima de una conspiración” que comenzó en octubre de 2014, cuando fue reelegida para un segundo mandato.

frente a un golpe de estado “Fue acusada porque ganó una elección afrontando los intereses de aquellos poderosos que querían cambiar el rumbo de Brasil” y porque “facilitó las investigaciones sobre corrupción”, afirmó el abogado. Según Cardozo, los “derrotados de 2014 se confabularon” con los sectores económicos y entonces “decidieron destituir” a “una mujer incómoda” construyendo “la tesis de unas irregularidades que no son, que no existen y que no han sido probadas”.

Así como hizo la propia Rousseff este lunes, cuando compareció personalmente para presentar sus alegatos, Cardozo afirmó que el país estará frente a un “golpe de estado” si la gobernante es finalmente destituida. “Los golpes no se hacen ya con armas. Como ya no se puede llamar a los tanques, entonces se usan pretextos jurídicos, irrelevantes”, para “desalojar a los presidentes elegidos en las urnas”, manifestó. También dijo que muchos acusados de corrupción “tienen interés” en la destitución de la presidenta. - Efe