La Haya - El presunto yihadista Achmad al Mahdi al Faqi, alias Abu Turab, se declaró ayer culpable y pidió perdón a Mali por la destrucción de monumentos históricos en Tombuctú (Mali), durante la apertura del primer juicio ante un tribunal internacional por la demolición de bienes patrimonio de la humanidad.
“Siento un gran dolor por tener que presentar mi culpabilidad. Todos los cargos contra mí son precisos y correctos. Siento el daño que mis acciones han causado. Lamento lo que he hecho a mi familia, a mi país, a la comunidad internacional en su conjunto”, dijo el acusado en una declaración al inicio del proceso. “Busco su perdón, me gustaría que me vieran como a un hijo que ha perdido su camino”, añadió.
Al Mahdi al Faqi, acusado de crímenes de guerra, aseguró que está preparado para acatar la sentencia de la Corte Penal Internacional (CPI) y confió en que la pena que se le imponga “sea suficiente para lograr el perdón” de los malienses.
Vestido con un traje oscuro, camisa azul y una corbata a rayas, Al Mahdi se mostró en todo momento colaborador y respondió a las dudas del tribunal. Aseguró que nunca estuvo convencido de que la destrucción de monumentos históricos y religiosos fuera lo correcto, pero que se limitó a obedecer órdenes. “Estoy contra todo acto de destrucción de mausoleos (...). Es una falta grave por mi parte, por eso he pedido perdón”, indicó. Además, hizo un llamamiento a los musulmanes para que “no se impliquen” en actos similares a aquellos en los que él ha participado.
La fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, destacó el carácter “histórico” del proceso, que “sentará jurisprudencia”.