Jerusalén - El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, presentó ayer su plan para afrontar la ola de violencia que impera en Cisjordania desde octubre pasado y que consistirá, según su propia definición, en aplicar a los palestinos la teoría “del palo y la zanahoria”.

El plan, del que dan cuenta los principales medios israelíes, consistirá básicamente en premiar a aquellas localidades palestinas de los que no salgan atacantes y castigar a las otras. “Estamos condenados a vivir juntos”, dijo Lieberman en una rueda de prensa en Tel Aviv, en la que precisó que el objetivo es “premiar” con todo tipo de instalaciones y facilidades a las urbes palestinas en el territorio ocupado de Cisjordania cuyos vecinos no participen en la ola de violencia. Para ello, dijo que destinará unos 400 millones de shékels (unos 105 millones de dólares o 95 millones de euros) durante los dos próximos años, entre otros objetivos, para la construcción de parques y canchas de fútbol, una zona industrial al oeste de Nablus, un corredor de Jericó a Jordania y un hospital en Beit Sahur. Por el momento, el ministro ha identificado quince aldeas y localidades “verdes” y otras quince localidades definidas como “zonas rojas”. - Efe