SEúL. Corea del Norte disparó hoy cinco misiles de corto alcance al mar, el cuarto lanzamiento de este tipo en lo que va de mes, como respuesta a las sanciones de la ONU y las maniobras militares de Corea del Sur y Estados Unidos.
Los proyectiles del Ejército Popular norcoreano cayeron en aguas del mar del Este (mar de Japón) tras recorrer unos 200 kilómetros desde la base de lanzamiento en la localidad de Hamhung, en la costa oriental del país.
El régimen comunista ya disparó misiles de corto alcance en dos ocasiones este mes, los días 3 y 10, y el pasado viernes lanzó dos misiles Rodong de alcance medio que despertaron una mayor alerta y generaron fuertes críticas de la comunidad internacional.
De momento, el Gobierno surcoreano no ha confirmado qué tipo de proyectiles fueron lanzados hoy, pero es seguro que son de corto alcance, según indicó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa en Seúl.
El nuevo ensayo de misiles fue detectado por las Fuerzas Armadas del Sur, que reforzaron su postura de defensa y extremaron su vigilancia sobre las tropas del país vecino ante la posibilidad de nuevas acciones militares, apuntó el portavoz.
El lanzamiento se considera una violación de las resoluciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), que prohíben a Corea del Norte disparar misiles balísticos o desarrollar tecnología relacionada con estos proyectiles.
El Gobierno de China se apresuró a emitir una respuesta en la que instó a Corea del Norte a no llevar a cabo cualquier tipo de acción que pueda violar las citadas resoluciones, según declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores en Pekín.
Además, instó a las partes implicadas a "reaccionar con calma y moderación para no agravar las tensiones", un mensaje que la cancillería china acostumbra a reproducir cuando se produce algún conflicto con Corea del Norte.
El lanzamiento múltiple de hoy, al igual que los tres precedentes, se enmarca en la atmósfera de tensión que vive la península de Corea desde que Pyongyang llevara a cabo su cuarta prueba nuclear el 6 de enero y de que el 7 de febrero lanzara un cohete espacial con tecnología de misiles de largo alcance.
En respuesta a ambas acciones, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió a principios de este mes la resolución 2270, que ha endurecido las restricciones financieras y comerciales al país comunista con la intención de ahogar su economía y forzarlo a abandonar el desarrollo nuclear y de misiles.
Por su parte, Corea del Sur, EEUU y Japón decretaron sus propias sanciones unilaterales para apretar un poco más la soga a las ya precarias finanzas del régimen norcoreano.
De hecho, autoridades surcoreanas y estadounidenses iniciaron hoy en Seúl una reunión bilateral de alto nivel para coordinar la aplicación de las sanciones al país comunista.
Mientras, los dos aliados llevan a cabo desde principios de este mes sus maniobras militares de primavera, que este año son de mayor magnitud que en ocasiones anteriores como respuesta a las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang.
Los ejercicios Foal Eagle y Key Resolve (este último concluyó el pasado viernes mientras el primero se prolongará hasta finales de abril) desplegarán en conjunto a más de 17.000 efectivos militares estadounidenses y 300.000 surcoreanos.
Corea del Norte considera estas maniobras un "ensayo de invasión" de su país y, además de los cuatro lanzamientos de misiles al mar, ha amenazado con un ataque "preventivo".
Estados Unidos mantiene 28.000 tropas estacionadas de forma permanente en Corea del Sur, país al que se compromete a defender en caso de un hipotético conflicto con el Norte como herencia de la Guerra de Corea (1950-53), finalizada con un armisticio que nunca se ha llegado a reemplazar por un tratado de paz definitivo.