RIO DE JANEIRO. Brasil alberga en sus selvas decenas de comunidades indígenas que han conseguido preservar su cultura a lo largo de siglos de dominación occidental, pero se calcula que el 20 por ciento de las 160 lenguas nativas que aún se sobreviven podrían desaparecer en las próximas décadas, por lo que últimamente están creciendo las iniciativas para protegerlas.

Un ejemplo es el Progdoc, una iniciativa que desde 2009 está documentando las lenguas indígenas, a través de material audiovisual y libros de carácter didáctico que ya están a disposición tanto de investigadores como de los propios habitantes de las aldeas indígenas que han participado en el proyecto.

Es el caso de Leandro, de la comunidad de los Karajá, que en declaraciones a Europa Press ha agradecido el proyecto porque a pesar de que todos los indígenas de la comunidad son bilingües el portugués ha ganado mucho terreno en los últimos años debido a la influencia de la tecnología.

"Ahora entre todos hemos hecho un libro de gramática muy completo, porque hasta ahora sólo teníamos un libro de ortografía de los años 60, que además estaba pensado como un puente hacia el portugués, para facilitar el traspaso al portugués. Aún así el proceso es muy difícil, porque hay conceptos que no se pueden traducir", comentaba.

El idioma de los karajá, distribuidos entre los estados de Goiás y Tocantins, junto a la cuenca del río Araguaia, aún goza de relativa salud, con 4.000 hablantes, pero la situación varía mucho entre unas lenguas y otras.

El Guaraní, el Ikuna o el Terena tienen casi 20.000 hablantes cada una, pero hay otras, como el Apiaká que apenas conocen tres ancianos; el resto de la comunidad hace años que solo habla portugués.

Para la coordinadora del Progdoc, la profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Bruna Franchetto, con cada lengua que desaparece se pierden "vehículos de conocimiento riquísimo", motivo por el cual en la presentación de los resultados del programa ha hecho un emotivo llamamiento a preservar este "patrimonio de la Humanidad".

De hecho, el Progdoc ha sido impulsado por la Unesco, la Fundación Nacional del Indio (Funai) y el Museo del Indio de Río de Janeiro. Hasta ahora se han registrado dos mil horas de audios y videos de hablantes nativos, más de 70.000 fotos digitales y 32 libros, con o sin traducción al portugués, además de las gramáticas y diversos libros de cuentos para niños. Han participado en el proyecto 40 pueblos indígenas que integran alrededor de 35.000 personas.

LA AMENAZA DE LA "OLA REACCIONARIA"

La pérdida de cultura que acarrea la desaparición de las lenguas de los indígenas es una de las múltiples problemáticas que los habitantes nativos de Brasil afrontan de manera cotidiana, en un contexto recientemente marcado por las agresiones e incluso asesinatos perpetrados por terratenientes contra indios guaranís-kaiowá en el estado de Mato Grosso do Sul, junto a la frontera con Paraguay.

En este sentido, el ministro de Cultura, Juca Ferreira, ha asegurado que la ola "reaccionaria" que pretende "apoderarse de Brasil" tiene entre sus objetivos acabar con las comunidades indígenas amenazadas, por lo que los brasileños no indígenas tienen que tomar conciencia de la gravedad del problema.

"No es posible que los agricultores se reúnan, masacren un aldea indígena y que la democracia brasileña lo permita sin hacer nada", ha lamentado, y ha subrayado que Brasil tiene que asumir de una vez por todas que la diversidad es una parte fundamental de su identidad como país.