londres - La aparición del ex primer ministro británico Tony Blair esta semana en la campaña electoral, cuando queda menos de un mes para las elecciones generales del 7 de mayo, sorprendió a muchos. Blair no destaca por ser un gran defensor del actual número de los laboristas, Ed Miliband, pero en esta ocasión salió en defensa de su liderazgo, diciendo que cree que puede ganar.
“Siempre hubo desacuerdos en el laborismo, gente diferente con diferentes puntos de vista”, puntualizó Blair, para quien lo importante es “lo que compartimos, que es un profundo respeto a la justicia social”.
Blair, ganador de tres elecciones como líder de los laboristas, participó en un acto celebrado en la localidad de Sedgefield, en el norte de Inglaterra, su antigua circunscripción, en el que dio su “apoyo a Ed al 100 por ciento”, si bien Miliband no estuvo presente en el acto para escuchar este sorprendente gesto, en el que Blair dijo estar “de acuerdo completamente con lo que dice”.
Por todos es sabido que Blair tenía en el hermano de Ed, David, a su favorito para liderar el partido. La lucha en una reñida votación en Manchester trajo como resultado una difícil relación entre ambos hermanos, que es palpable aún a día de hoy. Además, basta con echar un vistazo atrás para recordar varios y notables momentos en los que Blair no tuvo reparos en cuestionar la capacidad de Ed Miliband al frente del laborismo.
Sin ir más lejos, el ex primer ministro predijo en diciembre de 2014 que los laboristas no iban a ganar las elecciones porque se había situado demasiado a la izquierda. “Soy todavía muy partidario del Nuevo Laborismo y Ed no se describe a sí mismo de esa manera, por lo que es evidente que existe una diferencia”, dijo Blair en una entrevista a la revista The Economist.
Ese mismo mes, Blair no tuvo reparos en criticar en la prensa estadounidense que Miliband carece de habilidades de liderazgo. En concreto, destacó que en el mismo momento en que se necesita un jefe para Reino Unido, “la reserva genética de los líderes políticos se ha reducido”. Además, criticó a los jóvenes interesados en política que se gradúan de la universidad, más tarde van a trabajar como analistas para políticos, y que, a continuación, dan directamente el salto a un cargo electo, es decir, el perfil directo que tiene el actual líder laborista.
Unos pocos meses antes, en octubre, Blair dijo a un grupo de sus aliados más cercanos, que los conservadores serían el próximo gobierno porque los laboristas no habían hecho un buen trabajo. Uno de ellos no tuvo reparos en exponer la verdadera opinión de Blair, que no es otra que creer que Miliband no puede vencer a Cameron, y que además, falla a la hora de conectar con los votantes.
En esta misma línea, Blair dijo hace exactamente un año que Miliband carece de habilidades de liderazgo suficientes, resumiendo así sus pensamientos: “El principio rector debe ser que somos los buscadores de respuestas, no el depósito de la ira de la gente. En el primer caso, tenemos que ser desapasionados, incluso cuando los temas despierten gran pasión. En el segundo caso, somos simples compañeros de viaje en la simpatía; no somos líderes. Y en estos tiempos, por encima de todo, la gente quiere liderazgo”.
Giro Sin credibilidad Pese al cambio de opinión de última hora de Blair, muchos no terminan de darle credibilidad y desde el Partido Conservador lo resumen como una llamada desesperada por parte de Miliband para ganar votos. Sin ir más lejos, el diputado conservador Andrew Bridgen dijo: “Todos sabemos que la llamada de un débil Miliband a Blair es para darle a su campaña un impulso, pero la atención que ha recibido se le ha subido a la cabeza”.
Pese a la calculada aparición de Blair, de 61 años, su intento de atraer votantes estuvo bastante próxima a denominarse fracaso. Su punto de acuerdo con Miliband pasa por la oposición de ambos a que se celebre un referéndum en 2017 sobre la permanencia de Reino Unido dentro de la Unión Europea, que el candidato conservador David Cameron tiene entre sus cartas.
“Creo apasionadamente que abandonar la Unión Europa empequeñecería al Reino Unido en el mundo, causaría graves daños a nuestra economía y, menos claramente, pero igual de importante para nuestro futuro, iría contra las cualidades y ambiciones que todavía nos caracterizan como gran nación mundial”, dijo en presencia de su esposa, Cherie, con la que llevaba meses sin aparecer en público.
Para Blair, la promesa de Cameron de convocar un referéndum no es más que “una concesión del Partido Conservador y una maniobra para hacerse con parte del voto del UKIP”, el partido antieuropeísta liderado por Nigel Farage, que muchas encuestas dan el tercer lugar en las próximas elecciones, con el 15% de los votos.
Si bien el ex primer ministro trajo a la campaña electoral un tema que apenas fue debatido en las últimas semanas, Tony Blair fue demasiado lejos en su argumentación, cuando defendió que la pertenencia a la Unión Europea era “demasiado importante” para ser sometida a votación pública, declaraciones que no hicieron otra cosa que darle duras críticas.